Grave acusación por violencia de género involucra a un funcionario político del equipo de Tonelli

Una grave denuncia, por el momento de carácter informal, por violencia de género sacudió esta semana el ámbito municipal de Arroyo Seco. El hecho, que tuvo lugar el pasado jueves en el corralón municipal, tiene como principal involucrado a Mario Elisei, hijo de la secretaria de Educación, Adriana Farroni, y actual integrante del área de Higiene y Seguridad, incorporado al equipo del intendente Daniel Tonelli como parte de los refuerzos políticos en ese sector.

El episodio se habría desencadenado en medio de una discusión laboral con una empleada de carrera del municipio, quien luego relató detalles estremecedores sobre la situación vivida. Según su testimonio, Elisei la increpó a los gritos, con insultos y expresiones sexistas de alto contenido ofensivo, como: “Por mí, buscate un novio y que la tenga así de grande”, acompañado de gestos obscenos con las manos. El conflicto, aunque comenzó como una diferencia de tareas cotidianas, escaló a una agresión verbal de tono personal, desbordando todos los límites del respeto y la convivencia laboral.

Fuentes municipales indicaron que hubo varios testigos del hecho, y que no se trataría de un episodio aislado. Incluso se recordó otro incidente anterior, en el cual el secretario de Obras Públicas, Gustavo Delorenzi, habría protagonizado un altercado físico con Elisei, al punto de “correrlo con una barreta de hierro”, según trascendió. “Lo habrá sacado tanto a Gustavo, que no justifico la pelea, pero para que lo haya corrido… es un pibe que no se calla, que te dice de todo”, comentó la propia víctima del reciente episodio en contacto con este semanario.

Pese a la gravedad del hecho, hasta el momento no se presentó una denuncia formal, aunque la víctima fue escuchada por sus compañeros y por integrantes del sindicato municipal, quienes validaron su relato. Según afirmó, tras lo sucedido, recibió presiones para no hablar públicamente ni avanzar en una exposición formal, bajo el argumento de que podría “perjudicar al gobierno municipal en plena previa electoral”.

Llamativamente, y pese a tratarse de un caso enmarcado en violencia de género dentro de una dependencia pública, no hubo ningún contacto institucional por parte del Ejecutivo local, ni del Punto Violeta ni de la Secretaría de Salud y Desarrollo Social, organismos directamente relacionados con la contención y acompañamiento en estos casos. La situación genera mayor indignación si se tiene en cuenta que Arroyo Seco adhirió tiempo atrás a la Ley Micaela, lo que implica la obligación de formar a sus funcionarios y empleados sobre la prevención de la violencia contra las mujeres.

El intendente Daniel Tonelli no se pronunció públicamente, ni tampoco lo hizo Gustavo Delorenzi en su rol de Secretario de Obras y Servicios Públicos. Aunque “Delo” fuera de micrófono, sostuvo que “no había denuncia formal” y que prefería no hacer declaraciones, aunque aseguró estar en contacto con la empleada involucrada.

En cuanto al Sindicato de Trabajadores Municipales, al cual está afiliada la trabajadora, tomó conocimiento del hecho y comenzó a intervenir. En diálogo con Radio Extremo 106.5, el secretario general Sergio Gaudio confirmó que desde el gremio se está evaluando junto al abogado Dr. Marcelo Lesgart los pasos a seguir.

Gaudio confirmó que Mercedes Piedrabuena, integrante de la Red de Mujeres Municipal, y el delegado Óscar Espíndola, ya tomaron contacto con la víctima.

Asimismo, el gremialista manifestó su preocupación por el historial de conductas agresivas que ya se le atribuyen a Elisei. "Nosotros lo que pensamos es que él tiene antecedentes en lo privado y ahora en lo público se maneja de esa manera, es autoritario como han manifestado que es”. Y también mencionó: "Hubo un maltrato hacia la compañera. Yo creo que el intendente tendrá que tomar medidas drásticas, y si no lo hace, sabremos lo que tenemos que hacer".

El caso pone en evidencia una serie de falencias institucionales, tanto en la gestión de personal como en la aplicación real de políticas públicas de género. La gravedad no solo radica en los hechos denunciados, sino también en la respuesta (o la ausencia de ella) por parte del gobierno local. En un contexto donde se promueve el cumplimiento de la Ley Micaela y la creación de espacios como Punto Violeta, el caso de esta empleada revela la distancia que aún existe entre la normativa y su aplicación concreta en situaciones reales.

Mientras la víctima permanece sin respuestas institucionales, el agresor continúa cumpliendo funciones, aunque se lo habría reubicado temporalmente dentro del Palacio Municipal. El gremio, por su parte, se comprometió a avanzar en acciones legales y sindicales durante la semana próxima, una vez se retome la actividad habitual y se cuente con la asistencia completa de su equipo legal.

En palabras de Gaudio: “Nosotros repudiamos enérgicamente y públicamente al funcionario que ha maltratado a una compañera sin tener razón. Yo como Secretario General no quiero que esto quede así. Y bueno, vamos a ir con toda la fuerza para que este señor, o sea, pague lo que tiene que pagar por lo que hizo. No sea faltante el respeto a una compañera y maltratarlo”.