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Chemtrails: ¿Nos están envenenando y no nos damos cuenta?

En los cielos de todo el mundo se dibuja a diario una gigantesca red de las estelas dejadas por los aviones. Sin embargo no todas son fruto del motor a reacción. Algunos investigadores denuncian que un tipo concreto de estas estelas son consecuencia de operaciones militares orientadas a producir alteraciones en el clima y que también contienen sustancias químicas peligrosas para los ecosistemas y la salud de la población.

Lunes 28 de abril de 2014, 07:39 horas. Arroyo Seco, Santa Fe

Lunes 28 de abril de 2014, 07:39 horas. Arroyo Seco, Santa Fe

  • Fighiera, foto enviada por Fernando Micheloud a nuestro Facebook de Arroyo Diario

Si miramos el cielo en un día despejado, es posible que veamos la estela blanca característica que dejan tras su paso los aviones a reacción. Hasta aquí todo es normal.

Sin embargo, desde hace algunos años este trazos blancos no se diluyen, sino que permanecen en el firmamento durante mucho tiempo, extendiéndose lentamente hasta formar una leve bruma, incluso se observan verdaderos diseños similares a rejillas que estos aviones dibujan en el cielo.

Son los llamados Chemtrails (trazos químicos, en inglés) y según algunos investigadores no se trata de las clásicas estelas de los aviones (contrails), sino de una auténtica fumigación.

El análisis químico de estas estelas persistentes al precipitarse sobre la tierra parece justificar las sospechas. Estos estudios han identificado metales pesados como el barium o el aluminio.

Quienes investigan dicho fenómeno, aseguran que esos trazos químicos son responsables de numerosas alergias, dolores de cabeza, e incluso de cambios meteorológicos.

Condensación versus quimificación

Allá va un avión a chorro!, exclaman quienes observan en el azul del cielo estelas blancas que se desvanecen rápidamente. Son producto de la condensación del aire caliente de los motores (contrails) en contacto con temperaturas gélidas. Las columnas de humo químico blanco (chemtrails) en cambio, permanecen por horas en las alturas y generalmente se entremezclan hasta ocultar el azul. Las aeronaves fumigadoras vuelan en peligrosas piruetas entrecruzadas y en proximidad ilegal unas de otras. Observadas bajo ciertos ángulos de la luz solar las estelas químicas se identifican por barras prismáticas de colores.

Una operación encubierta nunca antes hecha por militares está causando enfermedad y consternación en varios países. Según expertos, los responsables son los aviones cisterna de la Fuerza Aérea, en desafío a regulaciones de la aviación civil, la salud pública y las leyes de polución.

En resumidas cuentas, no tenemos certeza de lo que nos está cayendo. Si el gobierno fumiga sustancias tóxicas sobre su propio suelo, a sabiendas de que producen epidemias fatales, comete asesinato. Aún si se toma como una “necesidad operativa” por razones de seguridad nacional, cualquier militar que deliberadamente enferma y mata a su pueblo traiciona a la población a la cual juró proteger.

A pesar de sus repetidas pruebas de inocencia, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha estado implicada en fumigaciones desde los años 90.

Supuestas evidencias

Tiempo de permanencia: el tiempo que permanecerían en el aire de los llamados chemtrails excede ampliamente el de las estelas de condensación, llegando a persistir durante horas.

Inexistencia del fenómeno antes de los años 90: este fenómeno habría aparecido o habría aumentado notablemente a partir de los años 90, mostrando claras diferencias respecto a las estelas de condensación y las nubes normales.

Chemtrails a baja altura: las estelas de condensación aparecen -salvo cuando el aire es muy frío- a alturas superiores a los 8.000 metros. Algunos defensores de la existencia de las chemtrails afirman avistar estelas a alturas inferiores, por lo que no se podría tratar de simples contrails.

Existencia de documentos sobre armas experimentales: en el Space Preservation Fact del 2001, presentado por Dennis Kucinich ante la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aparece un listado de armas cuya prohibición se propone, entre las que se mencionan las chemtrails. También existen documentos que demuestran el interés de ciertos estamentos militares por controlar el clima. Esto es interpretado como una prueba de que dichas armas existen.

Oscurecimiento global: existe interés en estudiar el efecto de las estelas de condensación en el clima y el cambio climático. Debido a que las estelas dificultan la llegada de la luz del Sol, se considera que podrían tener efectos mitigadores en el calentamiento terrestre (a este efecto se le llama oscurecimiento global). Este interés demostraría que las chemtrails forman parte de un programa de modificación del clima.

Patrones en el cielo: los supuestos chemtrails crean en ocasiones patrones en el cielo (líneas paralelas como es el caso de la fotografía tomada este lunes por la mañana, líneas que se cruzan, etc.). Esto es interpretado como prueba de que se pretende que el chemtrail cubra una gran área.

Aparición de enfermedades: la supuesta aparición de nuevas enfermedades tras la aparición de los chemtrails constituiría una prueba de que forman parte de un programa de experimentación o de exterminio de la población.

Detección de olores tras la aparición de chemtrails: indicaría la existencia de productos químicos.

Detección de substancias tras la aparición de chemtrails: los seguidores de esta teoría señalan que se ha detectado bario, aluminio y estroncio en muestras del suelo tras aparecer chemtrails, así como bacterias.

Existencia de anteriores programas militares de experimentación sobre la población: lo cual constituye un antecedente del supuesto plan actual.

Existencia de agujeros en las nubes: en ocasiones se observa que las nubes "se deshacen" tras el paso de un avión, así como material que cae de las nubes.

Extraño comportamiento de los aviones involucrados:

Chemtrails en forma de U: indicarían que el avión que las causó habría girado sobre sí mismo. Se considera como prueba de que se pretende "fumigar" reiteradamente una zona.

Chemtrails presentando líneas discontinuas: se interpreta que no pueden ser estelas de condensación, ya que no resulta creíble que zonas cercanas de la atmósfera presenten condiciones tan dispares.

El chemtrail no sale de los motores del avión: si se tiene en cuenta que las estelas de condensación salen de los motores de la aeronave, la existencia de estelas que no salgan de ellos constituye una prueba de que no son tales.

Pruebas que hablan

Las estelas del aerosol fueron fotografiadas vía satélite sobre Irak y Arabia Saudita durante la Guerra del Golfo y ahora en los Estados Unidos, San Francisco, Oakland, Berkeley, Santa Cruz y todo California. Afganistán fue saturado con aerosol químico y las fibras de polímero de aerosol en la atmosfera pueden ser usadas como un sistema de detección óptica para descubrir la presencia de agentes biológicos. ¿Suena increíble? Quizás lo sea.

El programa ha sido declarado “secreto” para la población civil y para las agencias de protección ambiental (EPA). En verdad, los sistemas computarizados y la química han sido fusionados para usar como armas de guerra, en detrimento de la salud ambiental y humana.

¿Cómo puede mantenerse en secreto una estratagema tan grandiosa de ingeniería planetaria?

Bien, piensen por cuánto tiempo se han ocultado a un público drogado, indiferente y desilusionado, los horrores del agente naranja entre el pueblo vietnamita, la enfermedad de la guerra del Golfo, que dejó incapacitados y mató a miles de combatientes o las 16.000 muertes de Chernobyl.

Las sales solubles de bario son tóxicas para los mamíferos; se diluyen rápidamente en el tracto gastrointestinal y se depositan en los músculos, pulmones y huesos. No se sabe el efecto a largo plazo que tiene el bario en los seres humanos.

 

Fuente: www.nosotros.cl

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