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El dispositivo de silicona tiene una forma ahuecada y se adhiere a las paredes vaginales sin ninguna pérdida. Es rehutilizable y ayuda a reducir los desechos tóxicos
Si bien la copa menstrual está extendida en otros países del mundo, cada vez más argentinas la eligen para "esos días". Se trata de un recipiente ahuecado de silicona médica 100% hipoalergénica que se adhiere sin problemas a las paredes vaginles para evit
Si bien la copa menstrual está extendida en otros países del mundo, cada vez más argentinas la eligen para "esos días". Se trata de un recipiente ahuecado de silicona médica 100% hipoalergénica que se adhiere sin problemas a las paredes vaginles para evitar pérdidas.
Es más higiénica que una toallita, menos invasiva que un tampón y, por su condición de rehutilizable, colabora con el cuidado ambiental.
"La copa no tiene límites de edad, pero sí diferentes tamaños según haya tenido partos o no la mujer", informó la doctora Vilma Rosciszewski Rosciszewski integrante de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil en declaraciones que reproduce Crónica.
La especialista explicó que hay dos o tres talles, según la marca. El número 0 es para adolescentes (menores de 18 que no mantienen relaciones sexuales habitualmente y menstruaciones poco abundantes). El 2, para mujeres de 18 a 30 años que no han tenido hijos con parto vaginal y el 3, para quienes han tenido hijos con parto vaginal o son mayores de 30.
"Se adapta a las paredes vaginales recogiendo el flujo menstrual, en lugar de absorberlo", explicó Rosciszewski al tiempo que destacó sus ventajas ecológicas."No genera basura, es reutilizable, no contribuye a la tala de los árboles y tiene larga duración".
Antes de usarla hay que esterilizarla en agua caliente y luego se introduce como un tampón. La duración máxima es de doce horas y la copa el rehutilizable por unos diez años.
La copa menstrual no tiene fabricación nacional y, de momento, se consigue a través de portales como Mercado libre, donde los valores oscilan entre los 230 y los 270 pesos.
Es tendencia entre mujeres de clase media y con educación superior. Sus partidarios aseguran que es más saludable para los niños, pero los críticos lo ven como otra forma.
Un nuevo estudio acarrea conclusiones que preocupan: el humo de segunda mano puede afectar al bebé de una futura mamá incluso antes de que ella quedara embarazada.
El estudio fue realizado en 15 países de Europa y América y asegura que el mismo porcentaje de mujeres no dejaría a sus parejas en esa situación. El sondeo determinó, además, que cerca de un 40% de los hombres nunca tuvo una relación con una persona con exceso de peso.
