En general, todos los remedios se restringen. Pero algunos pueden ser imprescindibles para las madres. ¿Qué preguntas hacerle al médico para evitar riesgos importantes para la salud de la mamá y del bebé?
El embarazo suele ser uno de los períodos más emocionantes y también más preocupantes de la vida de una mujer. Por eso, durante el embarazo, lo que una mujer no introduce en su cuerpo puede ser casi tan importante como aquello a lo que se expone.
Hay diferentes situaciones a las que las futuras madres deben estar especialmente atentas durante el embarazo y una de ellas son los medicamentos.
En primer lugar, es importante saber que no existe ningún fármaco que pueda considerarse 100% seguro para todos los individuos, incluyendo a la embarazada y al feto.
Los medicamentos en el embarazo deben estar siempre prescritos por el médico, tomarlos sólo en caso de ser estrictamente necesario y ser muy prudentes con la dosis, que deberá ser la mínima posible.
Seguridad. Los medicamentos que puede tomar una mujer embarazada pueden pasar la placenta y llegar al bebe, y algunos de ellos causar daño o defectos congénitos. El riesgo es mayor durante el período de la organogénesis, sobre todo en el primer trimestre.
La Administración de Alimentos y Drogas (FDA) tiene un sistema para clasificar los medicamentos en base al nivel de riesgo que poseen sobre el feto.
Categoría A - medicamentos que han sido evaluados en cuanto a su seguridad durante el embarazo, y son considerados seguros. Algunos de ellos son: ácido fólico, vitamina B6, Ascórbico, Hierro, Calcio, Potasio y levotiroxina en dosis recetadas.
Categoría B - medicamentos que se han usado con frecuencia durante el embarazo y parecen no causar defectos congénitos graves u otros daños fetales. Entre estos se incluyen: acetaminofenol, aspartato, corticoides, insulina, amoxicilina, ácido clavulánico, amoxicilina, azitromicina e ibuprofeno, Este último no se recomienda después de la semana 32.
Categoría C- son aquellos que poseen mayor probabilidad de causar problemas para la madre o el feto. También incluye medicamentos cuyos estudios de seguridad no han sido concluidos.
La mayor parte de estos medicamentos no están siendo estudiados en cuanto a su seguridad. Sólo deben ser usados si los beneficios superan a los riesgos.
Generalmente los medicamentos del grupo C vienen con una etiqueta que advierte de estos riesgos. Entre estos se encuentran la proclorperazina, Amikacina, Atenolol, Beclometasona, Betametasona, Cafeína, Carbamazepina, Codeína, Clonazepam, Fluconazol, Ketorolac, Dexametasona, Inmunoglobulina Anti RH (D), y la ciproflozacina.
Categoría D - son los que tienen riesgos evidentes para el feto, incluyendo el alcohol, Acenocumarol, Ac. Acetilsalicílico, Diazepam, Valproico, litio, fenitoína, y algunos quimioterápicos (.Bleomicina, Metotrexate).
El ácido acetilsalicílico, un ingrediente común en muchos analgésicos de venta libre, puede causar hemorragias graves antes y después del parto.
Categoría X - son aquellos que han demostrado que causan defectos congénitos y nunca deben ser tomados durante el embarazo. En esta categoría se incluye medicamentos para tratar patologías de la piel, Isotretinoína, Accutane, Misoprostol, talidomida, Raloxifeno, Simvastatina, Nandrolona, etc
Qué pasa con las hierbas medicinales: Si bien existen opiniones a favor del uso de medicamentos naturales y hierbas durante el embarazo, hay muy pocos estudios que hayan estudiado este tema. No se debe ingerir ningún producto herbario sin consultar antes a su médico de cabecera o especialista. Estos productos aunque sean naturales pueden contener agentes dañinos.
Si la madre deja de tomar un medicamento que necesita, esto podría causarle daño tanto a ambos, dado que los mismos pueden ser necesarios para tratar enfermedades frecuentes entre otras como: VIH, Toxoplasmosis, Diabetes, Hipertensión, Hipotiroidismo o Infección urinaria. (Fuente: Dr. Sebastián Alessandría, Coordinador de Obstetricia del Sanatorio De Los Arcos)
Es tendencia entre mujeres de clase media y con educación superior. Sus partidarios aseguran que es más saludable para los niños, pero los críticos lo ven como otra forma.
Un nuevo estudio acarrea conclusiones que preocupan: el humo de segunda mano puede afectar al bebé de una futura mamá incluso antes de que ella quedara embarazada.
El estudio fue realizado en 15 países de Europa y América y asegura que el mismo porcentaje de mujeres no dejaría a sus parejas en esa situación. El sondeo determinó, además, que cerca de un 40% de los hombres nunca tuvo una relación con una persona con exceso de peso.