El juez Javier Ríos aguarda los peritajes sobre rastros de sangre que se levantaron en el auto y en la vivienda de Mangeri. Los resultados serán claves para determinar la escena del crimen.
Buenos Aires.- El juez de instrucción Javier Ríos aguardaba este miércoles por la noche una serie de peritajes sobre rastros de sangre que se levantaron en el auto y la vivienda del portero Jorge Mangeri, para poder determinar cuál habría sido la escena del crimen de Ángeles Rawson.
Según indicaron a la agencia DyN fuentes judiciales, el juez Ríos recibirá en las próximas horas los informes de las pericias que se hicieron sobre el auto de Mangeri y en la portería del edificio de Ravignani 2360, de Palermo, donde vivían el acusado y la víctima.
Mangeri ya tiene en su contra pericias de ADN que lo comprometen y que determinaron su procesamiento con prisión preventiva: bajo las uñas de Ángeles quedaron rastros genéticos del portero, pese a la contaminación que sufrió el cadáver cuando fue tirado a la basura.
La defensa buscó impugnar la cadena de custodia que se hizo sobre esas muestras claves, pero el juez Ríos rechazó en las últimas horas esa pretensión así como también el intento de anular gran parte de la causa.
Hoy, el juez siguió avanzando en los indicios contra Mangeri y escuchó a la administradora del edificio de Ravignani que terminó comprometiendo al encargado.
La administradora Lidia de Agüero aseguró que el 11 de junio -un día después de la desaparición de Angeles- Mangeri la llamó para pedir licencia diciendo que "se sentía muy mal" por la desaparición de la menor y avisando que se iba a ir a vivir esos días a la casa de un familiar.
La administradora añadió también en su declaración que lo notó extraño, que el portero nunca pedía licencia y que para justificar la falta presentó un certificado médico sin diagnóstico recomendado 48 horas de reposo.
El martes, la tía de Ángeles dijo que ese mismo martes 11 el portero llamó a la familia de la menor para preguntar si había alguna novedad con la chica, justo cuando estaban hallando su cadáver.
Por lo pronto, los abogados de Mangeri resolvieron en las últimas horas llamarse a silencio. "Atento al cúmulo de labores y viaje al exterior suspendo toda comunicación press (sic). (Marcelo) Biondi y resto equipo liberados a la requisitoria periodística", escribió en su twitter el abogado Miguel Ángel Pierri, en lo que pareció ser un cambio de estrategia.
Y hasta ironizó: "Quizás la gente quiere escuchar otras voces. Y no está mal. De hecho opinan y conjeturan voces que no conocen una foja. Adelante!" La menor de 16 años fue vista por última vez en la mañana del 10 de junio cuando regresaba de su clase de gimnasia y se disponía a ingresar al edificio.
Pero la empleada doméstica de la familia, Dominga Torres, ratificó en los tribunales que la menor nunca entró a la vivienda.
En la mañana del 11 de junio, el cadáver de Ángeles fue encontrado casi de casualidad en la planta de reciclaje del CEAMSE de José León Suárez.
La autopsia -que tendrá que confirmar ahora una junta médica- determinó que la menor no sufrió ataque sexual, que su cuerpo había sido atado con una bolsa en la cabeza y que su deceso se produjo a raíz de la compactación del camión de basura.
En la noche del 14 de junio, la fiscal María Paula Asaro escuchó después de varias ausencias al portero Mangeri, quien como testigo dijo "fui yo".
La víctima estaba internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria desde el pasado 20 de octubre cuando intentó frenar una pelea a la salida del salón de eventos donde festejó los 15 su sobrina. Después de múltiples golpes, un joven de 19 años le propinó una patada en la cabeza mientras estaba en el piso. Este domingo se confirmó su deceso
Claudina se presentó en el Instituto Médico Legal para reconocer el cuerpo de su hija. "No puede seguir pasando esto, ni en San Lorenzo ni ninguna otra parte del país. Basta”, dijo.
El jefe de la Policía de Investigaciones, Natalio Marciani, confirmó que uno de los detenidos en la noche del jueves fue quien aportó información que les permitió encontrar el cadáver de la joven. “Todos nos hace presumir que la muerte fue cercana al día de la desaparición”, señaló
Lo halló la Policía de Investigaciones tras allanamientos que realizó en la noche de este jueves en Puerto General San Martín, donde había sido secuestrado un 308 gris que se presume que tendría relación con la desaparición de la joven de 20 años que había sido vista por última vez el 30 de octubre.
Se trata de Kevin Leonardo Ayala, quien además está investigado como posible partícipe en el homicidio del policía Andrés Farías, que tuvo lugar el pasado 27 septiembre en Fisherton. Al momento de ser acusado en Rosario tenía la llave de unas esposas en su ropa interior