Esta madrugada se entregó el jefe de la Dirección de Drogas Peligrosas de la Policía de Córdoba, comisario mayor Rafael Sosa, sobre quien pesaba una orden de captura por presuntos vínculos con el negocio del tráfico de drogas.
Córdoba.- Los cincos efectivos de la Policía de la provincia de Córdoba, sobre quienes se había librado órdenes de captura en el marco de una investigación por presunto vínculos con el negocio del tráfico de drogas, se entregaron esta medianoche ante la Justicia y quedaron en calidad de detenidos, según fue confirmado por una fuente policial.
Los detenidos son el ex jefe de la Dirección de Drogas Peligrosas, comisario mayor Rafael Sosa; el comisario Alfredo Saine; oficial inspector Franco Argüello; sargento Fabián César Peralta Dáttoli y el suboficial Mario Osorio.
Por pedido del fiscal federal Enrique Senestrari, el juez federal Ricardo Bustos Fierro, ordenó en las últimas horas de ayer una serie de allanamientos en domicilios de los efectivos policiales y dependencias de la Central de Policía, mientras que paralelamente había emitido la orden de detención para los mencionados. Los detenidos se encontraban alojados en la Alcaidía del edificio de Tribunales Federales.
La presunta vinculación de policías cordobeses con el negocio del narcotráfico se conoció la semana pasada por intermedio del testimonio del 'colaborador encubierto' policial, Juan Francisco 'el francés' Viarnes, ofrecido al programa ADN de los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la UNC y que motivó al fiscal Senestrari acelerar los pasos de la investigación que ya estaba en marcha desde tiempo atrás.
Viarnes, en calidad de 'arrepentido' dio su testimonio ante las cámaras de televisión y manifestó que jefes policiales de la lucha contra la droga tenían vínculos con narcotraficantes, quienes pasarían información a cambio de ser retribuidos con parte de los estupefacientes secuestrados en operativos antidrogas.
Los efectivos policiales fueron licenciados a partir de la denuncia que tomó estado público, en tanto otros de los mencionados, el oficial principal Juan Alós, de 34 años, fue encontrado muerto con un balazo en la cabeza en el interior de su vehículo en las cercanías de Bosque Alegre, en la zona de Alta Gracia, un hecho que para el fiscal Emilio Drazile se trató de un suicidio.
La víctima ingresó a un sanatorio privado de la ciudad con lesiones en distintas partes del cuerpo y una hemorragia interna. Tras tomar declaración a testigos, la fiscal Pairola ordenó la detención de una sospechosa de 76 años.
La víctima tenía 52 años y fue encontrada en una de las habitaciones de su casa, tapada con frazadas y en avanzado estado de descomposición. Vecinos denunciaron que la última vez que la vieron con vida fue el 26 de abril cuando discutía con un hombre al que le alquilaba un dormitorio y que nunca más se lo vio por el lugar.
Fueron arrestadas en procedimientos que realizó la Policía de Investigaciones en Zeballos al 4600 y Pellegrini al 3100. Se trata de dos mujeres que habían sido objeto de una denuncia interna en mayo de 2022. Interviene la fiscal Viviana O'Connell, que las llevará a audiencia imputativa.
Se trata de un joven de 26 años que fue ingresado en el Heca con balazos en el rostro y el tórax. Debió ser intervenido. El estado de los otros ocupantes del vehículo.
Dos hombres y una mujer habían sido demorados en el marco de la investigación de los hechos ocurridos el sábado a la madrugada. Sin embargo, el fiscal no encontró elementos objetivos que los relacionen con los episodios. Siguen las pericias y búsqueda de pruebas.