Un peligroso delincuente condenado por homicidio escapó, con ayuda de una joven, de la sala penitenciaria de la Alcaidía de la Unidad Regional II. Por el incidente, que está siendo investigado por personal de la Dirección de Asuntos Internos, fueron detenidos tres policías y un cuarto fue pasado a disponibilidad.
Rosario.- La evasión ocurrió a las 18.30 del domingo. Según pudieron reconstruir los investigadores, dos celadores de los pabellones 3 y A sacaron de sus celdas a tres reclusos que tenían visitas.
Se trataba de dos hermanos, quienes se reunieron con su madre, y un joven de 20 años que ya había sido condenado por un caso de homicidio. Según las primeras versiones, la joven que fue a encontrarse con este último malviviente sorprendió a todos cuando sacó de entre sus ropas un arma de fuego y se la entregó.
Ambos huyeron del lugar, a bordo de una moto de alta cilindrada y permanecen prófugos.
Efectivos de Asuntos Internos pusieron manos en el asunto esa misma noche, y por orden del Juzgado de Instrucción de la 6ª Nominación arrestaron a los dos celadores y al oficial de guardia. Las autoridades también dispusieron que fuera pasado a disponibilidad otro oficial que estaba a cargo del establecimiento.
Los tres fueron indagados el lunes por la jueza de Instrucción Raquel Cosgaya y la fiscal Nora Marull acusados de facilitamiento de evasión agravado por ser agentes de seguridad. El delito prevé prisión de un mes a cuatro años y una inhabilitación especial por el doble de tiempo para los funcionarios públicos. Tras la medida quedaron detenidos y solicitaron la excarcelación.
El evadido fue identificado como Brian Cáceres, de 20 años, quien por estas horas es intensamente buscado en toda la región. En mayo pasado había sido condenado en juicio abreviado a 13 años y 6 meses de prisión por el homicidio de Juan Marcelo Miguel, de 24 años y conocido como “Bola” que pertenecía a la comunidad gitana. El muchacho fue abordado por dos jóvenes en moto que intentaron robarle lo poco que llevaba encima cuando caminaba por pasaje Martinoli al 4200 el 21 de febrero de 2012.
Mientras tanto, se trata de determinar si la versión aportada por los uniformados es lo que realmente sucedió. Sorprende a los investigadores que las “visitas” se concretaron en una dependencia que no cuenta con las mínimas medidas de seguridad necesarias. Para ello, se apoyarán, entre otras cosas, en los testigos y en filmaciones de cámaras de seguridad.
La víctima, de 22 años, se encuentra internada en el Heca con el 35% de su cuerpo quemado. La madre de uno de los sospechosos fue quien denunció el ataque ante la policía.
La pequeña se encuentra en estado crítico tras recibir el impacto del proyectil. La situación es preocupante y se prevé una operación para evaluar su condición.
Los robos se detectaron después de la hora cero del jueves en Cadaqués, cuando los damnificados llegaron a sus domicilios y notaron gran desorden. Personal de seguridad notó la apertura de un cerco perimetral en la parte trasera del predio.
Se trata de trabajadores del área de Control Interno que sustraían medicamentos y material descartable. Aceptaron su culpabilidad en un juicio abreviado y deberán pagar multas, además de quedar inhabilitados para trabajar en salud.
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