Presos con celulares: Bonfatti acusó a policías "corruptos"

El gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti , advirtió ayer que "hay gente corrupta dentro de la policía que permite que un preso tenga celulares". El mandatario provincial lanzó duras críticas contra sectores díscolos de la fuerza de seguridad que está bajo su control, luego de que se conociera que dos presos, uno de ellos policía, tramaban matar al jue z de instrucción Juan Carlos Vienna, al fiscal de Cámara Guillermo Camporini y al subjefe de la Brigada Operativa de la División Judicial Luis Quebertoque, en un atentado presuntamente vinculado a la investigación sobre la banda de Los Monos.

"Siempre existe la conexión entre la policía y el tráfico de drogas", manifestó Bonfatti, que el 11 de octubre pasado fue blanco de un ataque a balazos contra el frente de su casa. Aunque la causa por el atentado a la vivienda de Bonfatti está parada en la justicia provincial, las principales hipótesis apuntan a que los 14 tiros que se incrustaron en el frente de la casa fueron producto de un plan ideado por un sector de la fuerza de seguridad ligado al narcotráfico.

Bonfatti recordó que el juez Vienna y el fiscal Camporini, que investigan a la banda de Los Monos -una de las de mayor despliegue territorial en el narcomenudeo-, "tienen todo el respaldo del gobierno provincial".

El fiscal regional Jorge Baclini admitió que jamás pensó que alguna vez investigaría en Santa Fe un plan para matar a un magistrado. "Nunca pensé que podía existir una conspiración de este tipo. Es algo que uno no previó como posible; esto implica que de aquí en adelante debemos tener más prevención y control", dijo.

El Colegio de Magistrados y Funcionarios de la Provincia de Santa Fe expresó su solidaridad con Vienna y Camporini ante "la difusión periodística de acciones delictivas orientadas a atentar contra la vida de dichos integrantes del Poder Judicial". Los magistrados dejaron en claro "su más firme apoyo y acompañamiento en el momento que están atravesando" los dos funcionarios judiciales en la mira de delincuentes.

"Estos hechos constituyen una avanzada más en la grave escalada de ataques contra las instituciones del Estado, que el pasado año tuviera como manifestación el atentado a la casa del gobernador de Santa Fe", agrega el comunicado, en el que los magistrados piden un rápido esclarecimiento de estos hechos. Hoy al mediodía se realizará un acto en la sede de los tribunales rosarinos para mostrar solidaridad con Vienna y Camporini.

La investigación sobre el plan para matar a los funcionarios judiciales y al jefe policial quedó en manos del fiscal Aníbal Vescovo, quien todavía no ordenó ninguna medida luego de que la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) allanara la Jefatura de Policía -donde estaba detenido el policía Germán Almirón- en busca del teléfono celular con el que se comunicaba con César Arón Treves, preso en la cárcel de Coronda.

Almirón ya había estado detenido anteriormente, por un caso en el que estuvo involucrado junto a otros agentes del Comando Radioeléctrico acusados de robar, con los propios patrulleros, en búnkeres de drogas de esta ciudad.

Vescovo aclaró que no tenía conocimiento de los antecedentes de Almirón, que fue enviado a mediados del año pasado a la Brigada Operativa de División Judicial, un grupo que se creó para investigar a Los Monos. A fines de enero pasado volvió a la cárcel, acusado de facilitar la evasión de Juan Domingo Ramírez, sicario de los Cantero, presuntos líderes de Los Monos. Según fuentes judiciales, Almirón "vendió" la fuga de Ramírez a cambio de un Citroën C3 y dinero en efectivo.

El fiscal Vescovo señaló que "todavía no hay ninguna imputación" y que necesita "transformar en pruebas" los elementos con los que cuenta hasta el momento, que son las escuchas telefónicas entre Almirón y Treves. En las escuchas publicadas ambos dicen: "Hay que matar a un juez o a un fiscal para que esto no pase más. Yo me encargo de Salchicha [en presunta referencia a Vienna]", dice uno de los interlocutores.

Las escuchas telefónicas fueron ordenadas por la justicia federal en el curso de una causa por narcotráfico y permitieron determinar que un policía detenido y un preso procesado por homicidio planeaban asesinar al juez que investiga la causa de Los Monos y a un fiscal, que presumiblemente sería Camporini.