Desde la Secretaría de Control de la Policía informaron que los que le pegaron a un repartidor tras confundirlo con un ladrón trabajan en una empresa privada de vigilancia. Se investiga el accionar de uniformados que no asistieron a la víctima en el momento
Rosario.- Los dos hombres que molieron a golpes a Erico Neironi el sábado pasado en Alberdi son empleados de una agencia privada de vigilancia. El secretario de Control de la Policía de Santa Fe, Ignacio Del Vecchio descartó en diálogo con Radiópolis (Radio 2) que los atacantes formen parte de las fuerzas públicas. En tanto, confirmó que se investiga el accionar de uniformados que fueron denunciados por la víctima de no asistirlo en medio de la golpiza.
Rosario3.com informó ayer sobre la pesadilla que debió atravesar un joven de 34 años, repartidor de un correo privado el sábado pasado a la noche. Según sostuvo, se bajó de su utilitario Partner blanco cerca de las 22 sobre calle Matheu, rumbo a bulevar Rondeau, y dos personas a bordo de un Ford Focus gris le cruzaron el auto, lo apuntaron con un arma y le dijeron que se quedara quieto. Por temor, salió corriendo y se inició una violenta cacería que incluyó dos disparos y que culminó de una manera tan enigmática como su comienzo: los supuestos policías de civil que nunca se identificaron lo llevaron al hospital y quisieron comprar su silencio.
Tras detallar el procedimiento que se inició a partir de la denuncia de Neironi, Del Vecchio indicó en diálogo con el periodista Roberto Caferra: “En la investigación no está involucrada la fuerza sino personal de agencias privadas”. En este sentido, confió en que se mandó un oficio a la Dirección de Agencias de Vigilancia provincial para que entre hoy y mañana, la víctima pueda concurrir y consultar el registro de empresas. “Se hará una rueda de reconocimiento”, apuntó, con el fin de que pueda identificar a los dos agresores.
Por otra parte, el secretario manifestó que también se investiga la posibilidad de que la Policía no haya intervenido en el momento en que el joven repartidor era agredido. “Desde la Secretaría de Control evaluaremos si corresponde o no hacer un sumario por no parar en un hecho totalmente atípico”.
Del Vecchio también hizo referencia a los registros de videocámaras. Según reveló hay imágenes de tres lugares distintos en los cuales se desarrollaron las escenas denunciadas por Neironi.
Según precisó el diario La Capital, una está ubicada en el ingreso del Hospital Alberdi, otra en la esquina de Puccio y Agrelo, donde está ese centro de salud, y la restante es la instalada en una estación de servicio Shell de Rondeau y Matheu.
Lo que se espera es que esas imágenes faciliten la identificación del Ford Focus en el que se desplazaban los agresores de Erico. En este contexto el jefe de la Unidad Regional II, José Luis Amaya, ordenó a la Sección Logística la identificación de los móviles policiales que se encontraban en esa zona el sábado a la hora del incidente, para individualizar a los empleados policiales que pudieron haberse acercado a la persona atacada sin prestarle ayuda.
El fiscal David Carizza solicitó además una identificación del recorrido mediante el GPS de los móviles.
En principio se había determinado que los patrulleros que se acercaron a la víctima pertenecen al Comando Radioeléctrico y a la comisaría 10ª, ubicada en Darragueira al 1100.
De verificarse que una de las patrullas pertenece a esa comisaría habrá una colisión con la comunicación informal brindada a la fiscalía desde esta seccional personal policial reportó inicialmente que no hubo ningún móvil de esa dependencia asignado a los lugares donde Neironi fue agredido.
El sábado a la noche en zona norte dos personas armadas que no se identificaron agredieron al dueño de un utilitario que confundieron con un ladrón. Descendieron de un auto y apuntaron a la víctima, quien por temor salió corriendo. Le abrieron la cabeza de un culatazo y le rompieron el tabique. Dijeron ser policías de civil pero nunca lo comprobaron