Tiene 20 años y según la investigación del hecho ocurrido el martes sería uno de los integrantes del grupo que desencadenó el crimen en Riobamba al 4300.
Tras la muerte Walter Asencio, sindicado como uno de los tres autores de la fatal entradera de Riobamba al 4300, donde fue asesinado Leonardo Perrone, otro de los sospechosos se entregó esta mañana al Ministerio Público de la Acusación. Se trata de un joven de 20 años de apellido Alcaraz. Se reunía ahora con el fiscal Florentino Malaponte.
Según informó el periodista Hernán Funes de Radio 2, el muchacho estaba rodeado por la policía que lo buscaba tras el triste episodio del martes en zona oeste –ya habían allanado tres domicilios sospechosos en zona suroeste–; por lo que temprano esta mañana se presentó voluntariamente a las oficinas de Montevideo y Balcarce, aconsejado por sus abogados.
El miércoles pasado Asencio fue abatido por la policía en la terraza de la casa de su primo Sebastían, en El Mistol al 100, en el límite con Pérez. En moto huía de los patrulleros y según fuentes oficiales, los agentes repelieron su ataque y lo mataron.
Sebastián, que aparentemente dormía en ese momento también resultó herido pero su lesión era menor y tras las curaciones de rigor fue detenido por el tiroteo aunque no la entradera.
Luego de investigaciones posteriores, se descubrió que Asencio, de 28 años, debería haber estado preso el día en que mataron a Perrone. Condenado a 12 años de prisión por un robo calificado, en marzo pasado salió de la comisaría 6ª con un permiso transitorio pero nunca regresó. Le faltaban dos para cumplir la pena.
El siniestro fatal se produjo este lunes alrededor de las 17 en la intersección de la ruta provincial 14 y la ruta nacional AO12
Las víctimas vivían en el mismo departamento ubicado en Marcial Candioti al 2700 de la capital provincial
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Ocurrió en Gálvez: una mujer de 67 años fue víctima de una ciberestafa vinculada a una supuesta compra en Mercado Libre. El caso refleja una modalidad delictiva en aumento, con miles de denuncias en lo que va del año.
Al inspeccionar un colectivo de larga distancia, que circulaba con itinerario Salta – Buenos Aires, los uniformados detectaron que la ciudadana de nacionalidad boliviana llevaba tres ladrillos adheridos a su abdomen. Los gendarmes decomisaron un total de 3 kilos 088 gramos de la droga.