Los procedimientos se realizaron en Capitán Bermúdez, Fray Luis Beltrán y Granadero Baigorria. Se desactivaron 5 bunkers y se encontraron 2 kilos de cocaína y 5 de marihuana, balanzas y elementos de corte.
Por orden del juez Marcelo Bailaque, la sección Drogas de la policía federal se desplegó este fin de semana en la zona del cordón industrial santafesino. En seis allanamientos en Fray Luis Beltrán, Capitán Bermudez y Granadero Baigorria detuvieron a seis personas –cinco hombres y una mujer–, aparantemente implicadas en la comercialización de drogas. Incautaron cocaína y marihuana, balanzas y elementos de corte. Se esperaba una conferencia de prensa oficial con mayores precisiones. Descartaron la presencia del secretario de Seguridad, Sergio Berni.
Según informó el periodista Ariel Borderi de Radio 2, los operativos se realizaron entre el sábado y el domingo. Aunque las cantidades de estupefacientes no eran significativas, apenas 2 kilos de cocaína y 5 de marihuana, las redadas permitieron dar con una organización ilegal que funcionaba en la zona.
En total, se desactivaron 3 búnkers e identificaron 5 casas que servirían como centro de operaciones. Advirtieron, no obstante, que la investigación, de la que participa el fiscal Mario Gambacorta, aún no se cerró.
Cinco mujeres fueron demoradas al ser descubiertas con cocaína y marihuana ocultas en su calzado. Utilizaban un método sofisticado para burlar los controles. Algunas tienen vínculos con presos relacionados al narcotráfico.
El choque ocurrió pasadas las 22 cuando la víctima de 33 años caminaba por la zona de Avellaneda y colectora de Circunvalación y fue embestida por un Renault 9. El conductor se retiró del lugar y se presentó a la medianoche en dependencia policial.
El ataque ocurrió el sábado en un asentamiento ubicado en Crespo y Granadero a caballo. La víctima fue trasladada al hospital de niños Zona Norte de Rosario
El robo tuvo lugar el pasado sábado en las afueras de Rosario. Los delincuentes se llevaron celulares, dinero, una computadora, una consola de videojuegos y el DVR de las cámaras de seguridad.
Tras el crimen, la policía allanó un bunker al que habrían ido las víctimas y arrestó a cuatro sospechosos. La pareja de uno de los fallecidos declaró que los agresores le dijeron que fue una venganza