A los balazos en Cafferata y Gaboto. Los muchachos habrían intentado sustraerles las motos a dos agentes de civil que salían de la casa que alquilan en San Francisquito.
Uno de los ladrones es esposado en la calle estando herido y antes de ser subido a la ambulancia. Foto: Gustavo de los Rios / La Capital
Rosario.- Un joven de 20 años murió de un balazo luego de intentar, junto a un cómplice que resultó herido, robarle la moto en la puerta de su casa a un policía de civil que estaba franco de servicio. En el hecho intervino otro efectivo que vive en la misma casa y, según la versión oficial dada a conocer por la Fiscalía de Homicidios, el crimen ocurrió en el marco de un intercambio de disparos. Anoche, al cierre de esta edición el ladrón herido se encontraba internado en el Hospital de Emergencias con pGabotoronóstico reservado.
El violento episodio ocurrió ayer, minutos antes de las 16, en Gaboto casi esquina Cafferata, en el barrio San Francisquito. Según comentaban ayer en el vecindario, desde hace dos semanas viven allí tres policías en una casa alquilada. Sus identidades no fueron dadas a conocer, pero según trascendió de la escueta información brindada por fuentes judiciales, uno sería miembro de la Policía de Acción Táctica (PAT) y otro del Comando Radioeléctrico.
La versión oficial indica que los dos agentes que se encontraban de franco —el otro morador de esa vivienda se encontraba trabajando— estaban por salir de la casa cada uno en una moto. Pero cuando salió el primero fue abordado por dos ladrones y le exigieron que les entregara el rodado. Y para amedrentarlo le dieron un culatazo en la cabeza .
En ese momento, según las fuentes judiciales consultadas, salió el otro policía y se identificó como tal. Esta versión indica que los asaltantes se fueron del lugar cubriendo su huida con disparos y que el personal policial "repelió la agresión".
Caídos. Los asaltantes huyeron en una moto, pero las fuentes consultadas ayer no pudieron establecer si era el vehículo robado al policía o si ya habían llegado al lugar en otro rodado. Lo cierto es que uno de los asaltantes cayó herido justo en el cruce de Gaboto y Cafferata, donde también quedó tirada la moto en la que intentaron escapar.
Ese joven fue identificado como Leonel T., de 17 años, quien anoche se encontraba internado en el Heca pero al cierre de esta edición no se había detallado cuántas balas lo alcanzaron ni en qué partes de su cuerpo. En su poder, según la información de Fiscalía, se incautó un revólver calibre 38 largo.
En tanto, a unos treinta metros de esa esquina, en la cuadra de Cafferata al 3000 —a la vuelta de la casa frente al lugar del asalto— cayó muerto Facundo Fernando Cárdenas, de 20 años. Las fuentes consultadas indicaron que cayó alcanzado por un balazo en la axila izquierda con orificio de entrada y salida. El proyectil era de calibre 9 milímetros correspondiente al arma reglamentaria de uno de los policías. También se indicó que en poder del ladrón abatido se halló una pistola del mismo calibre.
Herméticos. Ayer a la tarde era muy difícil obtener información en la escena del crimen, celosamente custodiada por policías con Itakas que cerraron el cruce de Gaboto y Cafferata por los cuatro costados. "Muchachos, al otro lado de la soga", pedía un uniformado que, en rigor, impedía el paso a unos 40 metros de donde comenzaba el vallado.
A esa distancia podía verse el cadáver de Cárdenas cubierto por una sábana contra el frente de una casa de Cafferata al 3000. En la bocacalle había una moto y un casco. En el sector donde se produjeron los disparos de arma de fuego se contaban al menos una docena de marcas que daban cuenta de las vainas servidas.
"Fueron a chorearle la moto a dos policías que viven acá a la vuelta pero no estaban trabajando, estaban vestidos así como nosotros", sostuvo un joven vecino para indicar que los agentes estaban de civil. "Traté de acercarme —agregó el muchacho— a ver si conocía al pibe muerto pero uno de los que disparó me dijo que no me acercara, que él era policía y que los otros eran choros".
Esa versión del intento de asalto era la que circulaba con más fuerza en la barriada donde resultaba notorio ver cómo este tipo de hechos de violencia ya no sorprenden a nadie.
Otra información no confirmada pero que circulaba con fimeza en el vecindario indica que el ladrón asesinado tenía varios antecedentes penales y que vivía a una o dos cuadras de donde ocurrió el incidente que le costó la vida, por lo que sus familiares llegaron rápidamente al lugar.
¿Tres? Otra versión que circulaba en Cafferata al 3000 indicaba que, en rigor, los asaltantes habían sido tres pero que uno habría alcanzado a escapar.
El rumor no terminaba allí sino que indicaba que este presunto ladrón volvió luego a la escena del crimen y que fue increpado por familiares del chico muerto, que incluso lo habrían golpeado. Sin embargo, no hubo información oficial respecto de la posible participación de un tercer asaltante en el hecho.
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Ocurrió este domingo a la tarde en el kilómetro 18 de esa traza provincial. En total hay al menos siete personas lesionadas, entre ellas una de mayor gravedad que fue trasladada en helicóptero sanitario al Heca. Intervinieron el Comando Radioeléctrico, varias unidades del Sies y Bomberos de Rosario y otras localidades.
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Claudina se presentó en el Instituto Médico Legal para reconocer el cuerpo de su hija. "No puede seguir pasando esto, ni en San Lorenzo ni ninguna otra parte del país. Basta”, dijo.