Entre los sospechosos se encuentra el padre de los menores y dos comerciantes de Famaillá.

Los hermanitos que iban a ser "vendidos" a Tucumán tienen tres, siete y ocho años. Foto: territoriodigital.com
La Policía de Misiones detuvo en un operativo a seis personas que se aprestaban a trasladar a tres hermanitos de 3, 7 y 8 años a Tucumán, y entre los detenidos figura el padre de los chicos. El hecho se conoció el miércoles luego de que la abuela de los niños denunciara en la comisaría de Concepción de la Sierra que sus nietos iban a ser "vendidos".
Norma Beatriz Maciel, de 62 años, manifestó que a su hijo, Alejandro Noguera, le prometieron trabajo con buen salario y excelentes comodidades a cambio de la tenencia de los menores. Luego de la denuncia, la Policía acudió al domicilio de la familia y detuvieron a Noguera preventivamente. Tras indagarlo, se detuvo a otras cinco personas involucradas en el hecho, informó la agencia Télam.
Según el comisario Mayor Carlos Riveros, de la jefatura de policía de Misiones, uno de los detenidos es Francisco Eugenio L., (46años), un gendarme retirado, mientras que los otros dos fueron identificados como Juan Marcelo C. (34 años) y Juan Pedro A., (20 años). Ambos son comerciantes de Famaillá e integrantes de la comunicdad gitana, según informó el portal misionescuatro.com.
"Inclusive uno de ellos tiene pedido de captura por parte de la justicia de Formosa, donde se lo acusa de estafas varias Falsificación de Documentos, entre otros delitos", reveló el funcionario.
El caso fue caratulado como "intento de sustracción de personas", es investigado por la jueza de instrucción 5 de Leandro N. Alem, Selva Raquel Zuetta, que subroga al juez Penal de la ciudad de Apóstoles, con jurisdicción en Concepción de la Sierra, Miguel Angel Farías.
La víctima, de 22 años, se encuentra internada en el Heca con el 35% de su cuerpo quemado. La madre de uno de los sospechosos fue quien denunció el ataque ante la policía.
La pequeña se encuentra en estado crítico tras recibir el impacto del proyectil. La situación es preocupante y se prevé una operación para evaluar su condición.
Los robos se detectaron después de la hora cero del jueves en Cadaqués, cuando los damnificados llegaron a sus domicilios y notaron gran desorden. Personal de seguridad notó la apertura de un cerco perimetral en la parte trasera del predio.
Se trata de trabajadores del área de Control Interno que sustraían medicamentos y material descartable. Aceptaron su culpabilidad en un juicio abreviado y deberán pagar multas, además de quedar inhabilitados para trabajar en salud.