Nena de 7 años fue atacada por un pitbull

Una nena de 7 años de edad fue atacada por un perro de raza pitbull que le causó numerosas heridas en el rostro y en distintas partes del cuerpo. La niña salvó su vida pero deberá seguir un tratamiento en el Hospital Carrasco de Rosario al cual viajó ayer junto a su madre, en tanto el perro fue sacrificado por su dueño. El ataque se produjo cuando Natalia Lescano, de 25 años, y su hija de 7 años, de nombre Delfina, fueron de visita a la casa donde se encontraba el can ya que son amigas de esa familia. El dramático suceso tuvo lugar la tarde del lunes en una vivienda del barrio San Alberto de Empalme, ubicada en Jujuy y Alberdi.

“Ella ahora está bien”, aseguró Natalia a Diario EL SUR ayer por la mañana, minutos antes de salir hacia Rosario junto a la niña la cual se encuentra en su casa. Luego del ataque la niña fue llevada de urgencia a la Clínica de Empalme y de allí derivada al Hospital SAMCo de Villa Constitución, del cual le dieron el alta pero con la recomendación de realizar una consulta en el Hospital Carrasco. “La llevamos para hacerle un estudio para ver que tratamiento necesita porque no saben si el perro estaba bien o no. Qué es lo que pasó, porqué el perro reaccionó de esa manera”, detalló Natalia.

Con respecto al ataque, Natalia recordó que “la nena ni siquiera lo miró (al perro) porque recién llegábamos, íbamos subiendo la vereda y el perro estaba atado en un árbol, se soltó y la atacó”. Agregó que la dueña “me dijo que lo tuvo todo el día encerrado adentro de un baño, y ella lo sacó y lo ató debajo del árbol porque se iba a bañar. ¿Cómo lo iban a tener encerrado todo el día con el calor que hacía? Cuando lo soltaron al perro le explotó la cabeza y lo primero que hizo fue atacar a la nena”. Cabe destacar que Natalia fue a visitar a su amiga acompañada por sus dos hijas, una de 5 años y la otra de 7, pero fue a Delfina, la mayor, la que alcanzó el pitbull.

El ataque

“El perro cuando la ataca la tira al piso -señaló Natalia-, mordiéndole directamente la cara. Entonces empecé a los gritos, manotee un palo que había ahí y empecé a pegarle una silla de fierro que mi amiga tenía afuera para no pegarle al perro. Yo pensaba: -‘Si le pego al perro se va a poner más rabioso y me la va a matar’. Le pegaba a la silla y gritaba llamándola a mi amiga, la dueña. Y el perro la suelta, se ve que se asustó. Y cuando la suelta atino a querer agarrarla el perro me mira, y la vuelve a agarrar, la zamarreaba, la tiraba para todos lados”.

Natalia está convencida que el perro disputaba con ella la propiedad de la niña. “Mirá cómo es el entendimiento de ellos. Es como que me dijo: -‘Es mía, no la vas a agarrar’. Ese fue mi pensar cuando él me miraba, porque me miró y la volvió a agarrar”, destacó. “Ahí la empezó a morder por todos lados y ella gritaba: -‘¡Mami, mami!’. El vecino de al lado estaba sentado tomando mate, se levantó pero en ningún momento ayudó para nada. El único que me ayudó fue el cuñado de ella (la dueña del perro) que vive atrás. Vino corriendo, no sé cómo hizo pero la sacó. Y yo no sé qué hice porque en el momento es como que no veía nada, lo único que veía era la nena que estaba bañada en sangre”.

“Mami, me estoy muriendo”

“Cuando la soltó -continuó-, mirá la fuerza que tiene la nena, que se levantó del piso y ahí la manoteé yo del brazo y la alcé upa, y salí corriendo a la casa de mi suegra que vive a dos cuadras. Y ahí le grito al padre y la llevamos a la Clínica y de ahí la trasladaron al Hospital. Ella me decía: -‘Mami, me estoy muriendo; se me parte el corazón. No veo nada, si cierro los ojos no me voy a despertar’. La otra chiquita, de 5 años, fue con nosotros y ella se desesperaba para salvar a la hermana”. Ya en el Hospital, Delfina recibió la asistencia médica necesaria, pudo recuperarse y regresar a su casa.

Heridas

El informe de las heridas que recibió es escalofriante: “Resultó lesionada en la zona del cuero cabelludo del lado parietal derecho donde se le hizo una sutura de dos puntos; en el parietal izquierdo se le realizó una sutura de dos puntos; en la zona del cuello, del lado derecho tiene dos agujeros producido por la mordedura del perro pero no se le realizó sutura en ese lado; en la nariz también tiene una mordedura; también tiene en la parte izquierda de la espalda dos heridas, una de dos puntos y otra de un punto; en la zona de la axila del lado izquierdo tiene una herida de un punto y a unos cinco centímetros más abajo tiene otra herida de dos puntos, a todo esto los golpes producidos por el ataque”, resumió Natalia en su denuncia.