Un hombre murió y su hermano permanece desaparecido en el río Dulce, en Santiago del Estero, donde uno de ellos fue arrastrado por la corriente y el otro quiso rescatarlo.
Los hermanos Javier y Diego Coronel, de 34 y 30 años, cayeron en la tarde del domingo a ese curso de agua mientras pescaban junto a un amigo, a unos 45 kilómetros al sur de la capital de la provincia.
Fuentes policiales confirmaron que, a media mañana de este lunes, personal del Grupo Especial de Rescate localizó el cuerpo de una de las víctimas, Javier Coronel, de 34 años, atrapado entre ramas y a más de cuatro kilómetros del sitio donde había desaparecido de la superficie.
Los hermanos Coronel, y Ramón Ariel Ledesma, se dirigieron el domingo por la mañana para ir a pescar desde la localidad de Nueva Francia, donde residen, hasta la de Sumamao, para lo cual recorrieron aproximadamente nueve kilómetros.
Según las fuentes, alrededor de las 18.30 el mayor de los Coronel empezó a pedir auxilio porque se sumergía en el agua, por lo que el menor de los hermanos acudió en su ayuda.
La fuerte corriente los arrastró y uno de ellos intentó dirigirse hacia la orilla, dijo el único testigo y amigo de los damnificados, pero finalmente perdió de vista a ambos.
De inmediato comunicó lo sucedido a la Policía y se montó un operativo para localizar a los pescadores, quienes al parecer no sabían nadar.
Entrada la noche la tarea de rastrillaje se suspendió hasta las 7 de ese lunes, cuando se reanudó y fue recuperado uno de los cuerpos.
En tanto, la búsqueda de Diego Coronel continuará este lunes hasta que haya luz solar en el departamento Silípica, adelantaron fuentes policiales.
Los fallecidos eran obreros rurales y conocidos en la zona donde vivían por elaborar comidas regionales, por lo que la desaparición física de ambos generó consternación en su comunidad, apuntaron quienes trabajan en el caso.
La víctima, de 22 años, se encuentra internada en el Heca con el 35% de su cuerpo quemado. La madre de uno de los sospechosos fue quien denunció el ataque ante la policía.
La pequeña se encuentra en estado crítico tras recibir el impacto del proyectil. La situación es preocupante y se prevé una operación para evaluar su condición.
Los robos se detectaron después de la hora cero del jueves en Cadaqués, cuando los damnificados llegaron a sus domicilios y notaron gran desorden. Personal de seguridad notó la apertura de un cerco perimetral en la parte trasera del predio.
Se trata de trabajadores del área de Control Interno que sustraían medicamentos y material descartable. Aceptaron su culpabilidad en un juicio abreviado y deberán pagar multas, además de quedar inhabilitados para trabajar en salud.