El trabajador calibraba el neumático de un camión cuando se desprendió un aro de seguridad de una de las llantas que impactó en el medio de su rostro y provocó un profundo y largo corte que derivó en su muerte. No había otros trabajadores ni el propietario del negocio cerca al momento del hecho.
Ocurrió alrededor de las 12.30 de ayer, cuando desde el hospital de Puerto Rico, en la provincia de Misiones, dieron aviso a la policía que había ingresado un paciente de 32 años con un fuerte traumatismo de cráneo y un profundo corte en el rostro producto de un accidente laboral.
Efectivos de la comisaría local comenzaron a investigar y establecieron que la víctima, identificada como Carlos Ángel Ramírez (32), quien vivía en el barrio San Miguel, estaba trabajando en una gomería ubicada sobre ruta nacional 12 frente al cuerpo de Bomberos Voluntarios, a 200 metros del ingreso a la localidad.
Fue trasladado por bomberos voluntarios cuyo cuartel está cerca del lugar. Primero ingresó al hospital local y luego al SAMIC de El Dorado para una atención más compleja. Pocos minutos después de los primeros estudios se confirmó la muerte cerebral y, a las 17, el deceso fue general y firmada la defunción.
El hecho fue informado al juez de Instrucción de Puerto Rico, Ricardo Manuel Balanda Gómez, quien ordenó que se realicen las actuaciones de rigor en la comisaría jurisdiccional para luego entregar el cuerpo a sus familiares.
La resolución fue tomada este viernes por el juez de Garantías de Villa Gesell, David Mancinelli. Sostuvo a través de su decisión que los atacantes tuvieron un "claro accionar dirigido a concretar la muerte" de Fernando Báez Sosa.
Fue en cercanía de James Craik y viajaban cinco personas, incluido un bebé de dos meses y otro de dos años. No sufrieron heridas de gravedad.