Nelly Díaz tenía 92 años y fue hallada el domingo a la mañana por su hijo. El cuerpo presentaba cortes y golpes. Una ventana del balcón estaba forzada
Nelly Irma Díaz tenía 92 años y vivía sola en su departamento de un dormitorio de Buenos Aires al 1500. Su hijo Gustavo la llamaba todos los domingos para almorzar juntos pero ayer la anciana no contestó el teléfono. El hombre de 60 años, ante la inesperada situación, se llegó hasta la vivienda y al ingresar encontró a la anciana tirada sin vida en el suelo, con su cuerpo rodeado por manchas y signos de haber sufrido golpes. Al respecto, de un examen inicial se observaron cortes en el cuello y el rostro pero habrá que esperar los resultados de la autopsia para establecer las causas del deceso.
Según trascendió, faltaban de la casa unos 5 mil pesos aunque la víctima llevaba en su mano derecha el anillo de casamiento. Hacía dos años que vivía en ese primer piso con balcón aterrazado que da a calle Buenos Aires y sus vecinos la seguirán recordando leyendo allí en las tardes del verano pasado.
Gustavo encontró a su madre muerta alrededor de las 9 de la mañana ayer. No obstante, en función de los datos preliminares, se estimaba que el homicidio podría haberse cometido durante la madrugada. A las 9.30 llegó al lugar el fiscal Ademar Bianchini quien tomó algunas declaraciones a vecinos, ordenó relevar las cámaras del lugar y trazó una serie de hipótesis del caso.
La puerta del departamento estaba cerrada, pero no se hallaron las llaves. La ventana que da al balcón estaba forzada, con lo que los pesquisas presumen que la anciana estaba dormida al momento en el que ingresaron el o los agresores. Una teoría que tomó fuerza es que el o los asesinos hayan ingresado por el balcón que da a calle Buenos Aires. Si bien la baranda es alta y tiene como protección de seguridad objetos en punta cortantes, podrían haber puesto una manta para atravesar la baranda o cruzar en un acto temerario, poniendo las manos entre los espacios que quedan entre pincho y pincho.
Si bien desde fiscalía no lo aseguraron, trascendió que se habría encontrado en el lugar el arma homicida, que sería un cuchillo de cocina. Por la dificultad para acceder al balcón aterrazado los pesquisas suponen que quien lo hizo usó un pilote que está a los pies del balcón como escalera y que por las dimensiones del lugar es probable que sea un hombre “flaco y joven”, como sostuvo una fuente policial.
En lo que hace a Nelly poco se sabía ayer. Su hijo Gustavo vive a tres cuadras y era quien se encargaba de tener contacto familiar con ella. Su otra hija vive en Tucumán y según un allegado, al enterarse de lo sucedido “se puso en camino”.
Los vecinos del edificio, que está casi en la esquina de Buenos Aires y Zeballos, no salían de su estupor, ya que si bien hacía alrededor de dos años que vivía en ese departamento solían verla en el balcón, aunque no tomó en ese tiempo contacto directo con ninguno de ellos.
La investigación del crimen quedó en manos del fiscal Bianchini quien ordenó, entre las primeras medidas,el relevo del lugar, fotografía, rastros y laboratorio. En el caso de Díaz los pesquisas relevarán también las cámaras del edificio y las cámaras públicas y privadas que se encuentran en distintos edificios y viviendas de la zona como también en la intersección de los semáforos de avenida Pellegrini.
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