Una mujer y un hombre fueron ultimados a balazos en distintos caminos de tierra, a pocos kilómetros de distancia. Creen que se podría tratar de un doble crimen.
Dos cadáveres fueron hallados durante la mañana de este martes en distintos caminos rurales ubicados en el extremo sudoeste de la ciudad. Si bien las víctimas no están identificadas se sabe que se trata de un hombre joven y una mujer que, según el primer examen médico, estaba embarazada. Al lado del cuerpo de ella había un auto incinerado que tenía pedido de secuestro. Los investigadores del caso buscan saber si se trató de un doble crimen.
Pasadas las 9 del martes, agentes del Cuerpo de Caballería de la Policía de la provincia fueron convocados por la Central de Emergencias del 911 a la zona de Aborígenes Argentinos al 7100, del otro lado de la Circunvalación, ante el hallazgo de un auto incendiado. Al llegar, los efectivos vieron que el fuego ya se había consumido y que junto al vehículo había un cadáver.
Una vez en el lugar, los médicos de la policía confirmaron que se trataba de una mujer de unos 30 años que había recibido 8 balazos. Además, agregaron, según los primeros exámenes la víctima estaba embarazada, aunque esa información recién se confirmará con la autopsia. A primeras horas de la tarde, la víctima no había podido ser aún identificada.
A los pocos minutos de notificado el hallazgo llegó al lugar del hecho la fiscal de Homicidios en turno, Gisela Paolicelli, quien mientras coordinaba las primeras medidas investigativas fue informada sobre otro cadáver encontrado a pocos kilómetros de distancia. Sobre otro camino rural, una calle de tierra que nace al final de Battle y Ordoñez hacia el oeste de la ciudad, cerca de la localidad de Soldini. En esta ocasión se trataba de un hombre, de unos 25 años, también asesinado a balazos.
Sin pistas
En Aborígenes Argentinos al 7100, a varios metros al oeste de la Circunvalación, no hay mucho más que un camino de tierra, pastizales y quintas a su alrededor. La más cercana está ubicada a unos doscientos metros y en ella se cultivan verduras que luego van a parar al Mercado de Productores. La mañana de este martes los trabajadores de esa quinta se acercaron al lugar del crimen mientras policías y funcionarios del Ministerio Público de la Acusación realizaban las primeras pericias y los periodistas de distintos medios aguardaban novedades. Uno de los peones contó que llegaron a trabajar a las 8.30, que para entonces ya había ocurrido todo y el lugar comenzaba a ser preservado por la policía.
Se presume así que el crimen fue entre la noche del lunes y la madrugada del martes. Por las características del lugar, donde es poco habitual el paso de vehículos y no hay viviendas a la vista ni mucho menos cámaras de vigilancia, la investigación del crimen deberá sortear varios obstáculos.
Ante la aparente ausencia de testigos, la fiscal Paolicelli explicó que un factor clave en la investigación será la identificación de la mujer. "Primero tenemos que saber la identidad de la víctima, los motivos por los cuales podría haber llegado hasta acá, en qué momento desapareció y bajo qué circunstancias", detalló la funcionaria. A su vez, destacó la importancia de registrar cuáles son los accesos al lugar donde fue hallado el cadáver.
El auto incinerado es un Chevrolet Spin del cual se pudo saber que tenía pedido de secuestro por robo. Al momento de ser hallado estaba completamente consumido por las llamas, por lo cual Paolicelli explicó que será difícil conseguir evidencias al menos en el interior del vehículo.
A menos de un metro del auto estaba el cadáver de la mujer, que según las primeras pericias tenía 8 disparos: cinco en la espalda, dos en la cabeza y uno en un brazo. Alrededor había varias vainas servidas, con lo cual se presume que fue asesinada en el lugar. Si bien el cadáver tenía quemaduras, la fiscal explicó que habría sido alcanzado por el fuego ya que estaba a poca distancia del auto incendiado.
Otro crimen
A diferencia de otras ocasiones, las primeras tareas de investigación culminaron pronto en la escena del crimen de Aborígenes Argentinos al 7100. No solo por la imposibilidad de conseguir testigos sino porque mientras se realizaban las pericias los funcionarios fueron avisados del hallazgo de otro cadáver en un camino rural en dirección a Soldini.
Hacia allá fue la fiscal Paolicelli, su equipo y los efectivos de la Agencia de Investigación Criminal. Entonces se encontraron con el cuerpo de un hombre joven que había sido asesinado a balazos, cinco vainas servidas a su alrededor y un escenario similar al del otro crimen: descampados, pastizales y más cabos sueltos en torno a dos homicidios similares que podrían estar vinculados entre sí.
Dada la cercanía de ambos lugares, la posible conexión entre los caminos, las características de los hechos y la coincidencia del momento de hallazgo de los cadáveres, los investigadores no descartaban que se tratara de un doble crimen. Es decir que las víctimas se conocieran entre sí, que los autores del hecho sean los mismos y que ambos homicidios se unan en un solo móvil.
La víctima estaba internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria desde el pasado 20 de octubre cuando intentó frenar una pelea a la salida del salón de eventos donde festejó los 15 su sobrina. Después de múltiples golpes, un joven de 19 años le propinó una patada en la cabeza mientras estaba en el piso. Este domingo se confirmó su deceso
Claudina se presentó en el Instituto Médico Legal para reconocer el cuerpo de su hija. "No puede seguir pasando esto, ni en San Lorenzo ni ninguna otra parte del país. Basta”, dijo.
El jefe de la Policía de Investigaciones, Natalio Marciani, confirmó que uno de los detenidos en la noche del jueves fue quien aportó información que les permitió encontrar el cadáver de la joven. “Todos nos hace presumir que la muerte fue cercana al día de la desaparición”, señaló
Lo halló la Policía de Investigaciones tras allanamientos que realizó en la noche de este jueves en Puerto General San Martín, donde había sido secuestrado un 308 gris que se presume que tendría relación con la desaparición de la joven de 20 años que había sido vista por última vez el 30 de octubre.
Se trata de Kevin Leonardo Ayala, quien además está investigado como posible partícipe en el homicidio del policía Andrés Farías, que tuvo lugar el pasado 27 septiembre en Fisherton. Al momento de ser acusado en Rosario tenía la llave de unas esposas en su ropa interior