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Murió la jubilada brutalmente golpeada en una entradera y su sobrino pide colaboración para dar con los culpables

Filomena, de 88 años, falleció en la mañana de este miércoles en el Heca. Había ingresado el sábado pasado con un cuadro delicado de salud luego de haber sido atacada con un martillo, según el relato de su sobrino, quien solicita ayuda para encontrar a los agresores.

Filomena Cinalli, la jubilada de 88 años que fue brutalmente atacada en una entradera en su casa de La Paz al 3700 el sábado pasado, murió este miércoles . (Ana Isla/Rosario3)

Filomena Cinalli, la jubilada de 88 años que fue brutalmente atacada en una entradera en su casa de La Paz al 3700 el sábado pasado, murió este miércoles . (Ana Isla/Rosario3)

Filomena Cinalli, la jubilada de 88 años que fue brutalmente atacada en una entradera en su casa de La Paz al 3700 el sábado pasado, murió este miércoles en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Según relató el sobrino de la víctima, los delincuentes entraron por una ventana y golpearon la cabeza de la mujer con un martillo. La causa ahora será investigada por la unidad de Homicidios Dolosos del Ministerio Público de al Acusación.

Desde un primer momento la mujer estuvo internada en la unidad de terapia intensiva, con asistencia mecánica respiratoria, descompensada hemodinámicamente, con presión baja, según informaron desde el Heca a Rosario3.

La víctima tenía lesiones graves en el cráneo que, de acuerdo a la asistencia médica, serían compatibles a un elemento contundente, tal como ya señaló Juan, su sobrino, en el programa Cada Día (El Tres).

Según el relato de Juan, el ataque ocurrido en el barrio Cinco Esquinas fue perpetrado por ladrones que barretearon una reja, entraron por una ventana y le pegaron a Filomena. “Le pincharon los dos pulmones a patadas y de medio cuerpo para arriba está reventada”, lamentó.

“La encontramos con la cabeza deformada por los golpes. Encontramos un martillo que no era de la casa y que tenía rastros de sangre, aparentemente la torturaron con eso. Cuando entramos ella se ahogaba con la sangre, entonces no la sentamos porque podía ser peor. Cuando le pregunté cuántos habían sido, solo repetía «pegale un sopapo», que debe ser lo que le decía uno de los delincuentes al otro mientras buscaban cosas para robar”, expresó.

"Lo único que pido es justicia", sostuvo en diálogo con De 12 a 14 (El Tres). Luego, solicitó cualquier "aporte aunque sea anónimo" para dar con los culpables.

 

Fuente: Rosario3

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