Excavaciones en la plaza del tanque: la justicia federal ordenó intervenir el sitio y un equipo forense trabaja en la búsqueda de enterramientos clandestinos

Según explicó Natalia Espíndola, la intervención fue solicitada mediante un oficio judicial y está a cargo del Centro de Estudios e Investigaciones en Antropología, Arqueología y Memoria (CEAM) de la Universidad Nacional de Rosario. El Municipio colaboró facilitando el espacio y personal para articular con el equipo forense, pero no realiza las excavaciones: “esto se lleva a cabo por el CEAM. Al departamento ejecutivo se le requirió colaboración en estas excavaciones, no realizándolas porque están a cargo de un equipo especializado”, afirmó la abogada.

La abogada detalló que la causa, por motivos de resguardo procesal, no puede ser divulgada en detalle: “nos llega el oficio, es por un homicidio agravado, por enterramientos clandestinos y es por concurso de dos o más personas lo que constituye un delito de lesa humanidad”, expresó la profesional, y aclaró que la fiscalía y el juzgado mantienen reservada la identidad de las víctimas y de algunos aspectos de la investigación.

Por qué se excava en la plaza del tanque

El lugar seleccionado –la plaza del tanque– apareció en un relevamiento previo del equipo de CEAM como una zona de interés debido a características históricas del terreno. Natalia explicó que “la única zona que surgía es esa en relación a que allí antiguamente existía un pozo de agua”, y que, en estudios similares, muchos enterramientos clandestinos se han localizado en pozos o sitios con ese tipo de rasgos.

Duración y logística del trabajo

El equipo forense estableció un plan de trabajo medido en jornadas: “son 15 jornadas”, indicó la letrada, aunque advirtió que los plazos pueden extenderse por razones climáticas o por hallazgos que obliguen a reprogramar. El resguardo del lugar y las decisiones de acceso público dependen directamente del juzgado a cargo, por lo que cualquier vallado, corte de calle o restricción se coordina con la autoridad judicial. “Todo lo que es el resguardo depende directamente del juzgado”, afirmó.

Sensibilidad y cautela informativa

Desde el inicio, las autoridades municipales optaron por manejar la comunicación con prudencia y en coordinación con el Ministerio Público. Natalia Espíndola subrayó la necesidad de respetar la reserva propia de las causas de lesa humanidad: “en estas causas es así, hay resguardo de la identidad sobre todo de las víctimas y también resguardo de quien inicia”, explicó, y añadió que la difusión pública se hará en la medida en que la justicia autorice mayor información.

Antecedentes regionales y rol de los equipos forenses

La abogada recordó que no se trata de un procedimiento inédito en la zona: en años recientes equipos forenses e instituciones similares han trabajado en exhumaciones y relevamientos en cementerios y sitios públicos de la región para reunir pruebas en causas por crímenes de lesa humanidad. En ese sentido, la actuación del CEAM responde a metodologías científicas y judiciales que buscan preservar restos, documentación y cadena de custodia para su incorporación al proceso penal.

Qué puede esperar la comunidad

Por ahora, los vecinos verán en la plaza operativos acotados y controlados por el equipo forense, en coordinación con el Municipio y la Justicia. Natalia Espíndola reiteró el compromiso institucional con la investigación: “desde el municipio se respondió favorablemente porque en primer lugar, es una causa judicial, esto es una orden de la justicia federal”, y añadió que la intervención responde al objetivo de “buscar la verdad” y aportar a la instalación de justicia en hechos graves del pasado.

La abogada se comprometió a que, cuando la fiscalía y el juzgado lo permitan, se informará con más detalle sobre los resultados y la continuidad del trabajo: “cuando tengamos la posibilidad de poder difundir algo más, lo difundiremos, pero siempre en el marco del resguardo que requiere una causa tan sensible como esta”, concluyó.