Como siempre, el Monumento a la Bandera fue el epicentro de la celebración canalla. Pero las caravanas con bocinazos y pirotecnia se desataron en toda la ciudad desde antes que terminara el partido ante Gimnasia. No abren el Gigante.
Los tres goles de Javier Toledo cuando todavía restaba media hora de juego permitieron desatar el festejo del ascenso sin tener que esperar el final del partido de Central en Jujuy. El tercero tanto, una joya del cordobés, fue suficiente para que en todo Rosario comenzaran a escucharse las primeras bombas de estruendo. Puntapié inicial de las caravanas y un festejo multitudinario en el Monumento a la Bandera.
Los hinchas canallas que no viajaron al norte del país expresaron toda su alegría en la ciudad y localidades vecinas. Informaciones preliminares daban cuenta de que 80 mil personas se congregaron en el tradicional punto de Córdoba y Belgrano.
Sin embargo, la pirotecnia y los bocinazos eran ensordecedores en cada unos de los barrios, que se tiñeron de azul y amarillo. Había una necesidad muy contenida de celebrar la vuelta de Rosario Central a la primera división.
En tanto, cerca de las 22 varios hinchas comenzaron a trasladarse con tiempo hacia el aeropuerto internacional de Fisherton para recibir al equipo de Miguel Ángel Russo, cuyo arribo se esperaba para después de la medianoche.
La dirigencia centralista informó desde temprano que el Gigante de Arroyito no abriría sus puertas para festejar, al menos este domingo.