El papa Francisco dispuso su alejamiento de la arquidiócesis local para sumarlo a la Congregación por la Doctrina de la Fe que desde la Santa Sede vigila la pureza de la doctrina católica. ¿Premio o salida elegante?
¿Premio o salida elegante? El papa Francisco dispuso el traslado de monseñor José Luis Mollaghan al Vaticano. En los últimos tiempos, varias quejas habían empañado el accionar del prelado al frente del arzobispado rosarino. Ahora, formará parte de la Congregación por la Doctrina de la Fe que desde la Santa Sede vigila la pureza de la doctrina católica.
Según publicó el Boletín Oficial del Vaticano, Mollaghan renunció a su cargo en la ciudad para sumarse a un importante organismo colegiado en Roma.
Su nombramiento llega luego de que en diciembre pasado se conocieran varias denuncias por su manejo de los fondos e incluso sobre supuestos padecimientos psiquiátricos.
En aquella ocasión, el Papa había ordenado una investigación que estuvo a cargo del obispo emérito de Mendoza, José María Arancibia, pero Mollaghan le había quitado importancia. Sostuvo que las versiones en su contra se basaban en versiones mediáticas que “distan absolutamente de la realidad”. Sin embargo, a partir de entonces comenzaron a sobrevolar versiones sobre un posible reemplazo.
Aún no se conoce quién lo suplantará en el arzobispado.
Las denuncias
Los cuestionamientos a Mollaghan los habrían llevado al Vaticano jóvenes sacerdotes que realizan trabajos en los barrios de Rosario.
Por eso, el Papa Francisco dispuso que Arancibia viajara a Rosario para iniciar una revisión para constatar todo lo dicho.