La intendenta de Rosario, Mónica Fein, dijo que los daños fueron "graves en términos económicos" y aseguró que los colegios y las familias tiene que aprender a valorar el patrimonio histórico de la ciudad.
Rosario.- La intendenta Mónica Fein aseguró que los daños que sufrió el Monumento Nacional a la Bandera fueron "graves en términos económicos" y adelantó que, a partir de la identificación de los autores de las agresiones, se convocará a las autoridades de las escuelas a las que asisten y se les asignarán "acciones voluntarias" de concientización del valor que significa que Rosario sea la Cuna de la Bandera.
"He hablado con el secretario de Control y Convivencia (Pablo Seghezzo) para que identifique a las escuelas, no a los alumnos, que participaron de estas acciones para convocarlas y trabajar durante todo el año", aseguró hoy Fein, en declaraciones al programa "Trascendental", que se emite por La Ocho, y enfatizó: "Hay que entender el valor que tiene el Monumento, para festejar, como lugar de encuentro, para protestar, pero siempre para respetarlo y mantenerlo".
"Creo que es un llamado de atención que debemos tener todos porque, si bien los desmanes los cometió un grupo minoritario, el festejo se convirtió en una agresión a un patrimonio público", añadió la titular del Ejecutivo municipal y añadió: "Creemos que las escuelas y las familias tienen comprometerse y para hacerlo vamos a trabajar todo el año que viene, inclusive convocándolos a alguna tarea voluntaria que ayude a la valorización e lo que significa ser la Cuna de la Bandera".
Fein señaló que los daños que realizaron los estudiantes durante los festejos de fin de curso son "graves en términos económicos", lo más preocupante es la desaprensión con que fue tratado el patrimonio histórico de la ciudad. "La verdad es que las escuelas cuyos alumnos participaron y las familias de esos alumnos tienen que estar involucradas en procesos que promuevan algunas acciones de prevención y los hagan reflexionar para futuros festejos que seguramente se realizarán", concluyó Fein.
El paso de más de 5 mil estudiantes durante el viernes pasado, último día de clases del año, dejó roturas y pintadas que requieren costosos trabajos de reparación.