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Escándalo en el Concejo de Sastre por una adulteración de firmas

El problema fue abordado por los seis integrantes del cuerpo en sesión especial, donde se decidió en forma unánime suspender a la edil María del Cármen Amero (FPCyS) por 60 días.

Amero se defendió de las acusaciones en una acalorada sesión.

Amero se defendió de las acusaciones en una acalorada sesión.

Un conflicto con ribetes de escándalo se desató en el seno del Concejo de Sastre tras una irregularidad que se detectó en la presentación de un proyecto de resolución que fue ingresado con firmas apócrifas. El problema fue abordado por los seis integrantes del cuerpo en sesión especial, donde se decidió en forma unánime suspender a la edil María del Cármen Amero (FPCyS) durante 60 días y, a la vez, remitir el caso a la Justicia penal.

El proceder de la legisladora, que se postula para ocupar la intendencia, fue observado por sus pares del bloque justicialista. Es que reemplazó un proyecto de resolución que había presentado para pedir la conformación de una comisión que investigue presuntas irregularidades cometidas por el Ejecutivo al sancionar a una empleada municipal. Ese texto llevaba la firma de Amero y la acompañaban las rúbricas de sus pares Damián Galliano y Eduardo Giménez. En los considerandos, incluía una observación que recriminaba a la presidenta del Concejo, Paola Lemos (PJ), por no haber llamado a sesión extraordinaria durante el período de receso legislativo, cuando surgió el conflicto con la trabajadora sancionada.

Amero fue advertida por uno de sus pares, quien le hizo notar que ella tenía la facultad de solicitar una sesión extraordinaria y la presidenta debía aprobarla, por lo cual incurría en un error al endilgar esa falta a quien dirige el Concejo. Según evaluó una comisión conformada por un concejal de cada uno de los dos bloques, para subsanar el error Amero fue al día siguiente con un nuevo proyecto sin el artículo en cuestión, retiró el original, le solicitó a la secretaria que sellara el nuevo y falsificó la firma de sus compañeros de bloque, Galliano y Giménez.

La irregularidad fue advertida por Lemos, quien convocó a la sesión especial para tratar específicamente el acto de haber retirado el documento sin el conocimiento del resto de los concejales, tal como lo requiere el reglamento interno. Durante la acalorada reunión, en la que Amero intentó despegarse con diversos argumentos de la acusación, sus compañeros de bloque ratificaron que las firmas estampadas en el proyecto no les pertenecían.
  
Suspendida. En ese contexto resolvieron aplicar la sanción de suspensión provisoria por 60 días —por la acción de retirar el proyecto después de ingresarlo oficialmente— y poner la documentación a disposición de la Justicia penal para que se investigue la falsificación de firmas y la posible comisión de otros delitos.

En la sesión ordinaria realizada el jueves, ante un notable clima de tensión y la presencia de efectivos policiales, los concejales aprobaron la sanción en forma unánime.

"Los hechos acaecidos fueron comprobados en forma verbal y fehaciente a través de la documental obrante en la Secretaría de este órgano legislativo”, expresa el texto elaborado por la comisión investigadora —conformada por los concejales Matías Reccia y Eduardo Giménez— confeccionado a través de las exposiciones de cada uno de los concejales y por la secretaria del cuerpo y el registro escrito de las actas del Concejo.

“No quedan dudas de las contravenciones en las que incurrió la concejal Amero, las que más allá de las que posteriormente dicte la Justicia, deben ser sancionada internamente por los integrantes del Concejo Municipal”, justifica el escrito y añade que “el accionar de la concejal es inadmisible, más aún cuando se trata de funcionarios públicos elegidos por el voto popular que deben ser ejemplo de transparencia y respeto absoluto por las normativas vigentes”.

Luego la concejala negó los hechos y esgrimió que “traje dos originales firmados. Entregué este proyecto por duplicado y la secretaria lo firmó. Ahora quiero que aparezca esa copia” sostuvo y aseguró que “en ningún momento sustraje el proyecto del Concejo y quiero que aparezca la otra copia original”. Sus dichos fueron desmentidos por la secretaria, quien aseguró que “el viernes la concejala, me pidió el proyecto que había presentado el día antes para cambiarlo porque tenía errores de ortografía. Lo cambió, puse el sello de entrada y agregué el sello de Giménez, donde ya estaba la firma. Le pregunté si se llevaba el original y me dijo que no, lo rompí y lo tiré en el cesto”.

“Jugada política”. Luego la concejala se retiró del recinto advirtiendo que llevaría el caso a la Justicia. Una vez fuera, dijo ofuscada que “esto fue una jugada política muy fuerte. Acá están todos comprados, hasta la secretaría. El sábado a la tarde me agredieron, faltó un revólver arriba de la mesa. A cada momento me decían que me declarara culpable y eso no consta en el acta. Me voy por 60 días pero quiero ver si no se van a tener que ir otros”.

“Me estafaron. Es vergonzoso. Mientras tanto el tema importante de la Municipalidad no se trata. Este escándalo está armado” consideró y agregó que “quien asesoró a este grupo de gente, fue mi contrincante político, Luis Alberto Baldo. Le dan muy mal las encuestas y por esa razón hicieron esta jugada política”.

Para Oscar Cagliero, primer candidato a concejal por la línea de Amero, “se tocó un tema que era por demasiado espinoso para la Municipalidad y tuvieron que saltar a defender. Lo lamentable es que la gente de nuestro partido, —en referencia a Giménez y Galliano— fue la que se encargó de dar el empujón final”.

En el marco del conflicto, Giménez asentó una denuncia policial porque recibió amenazas telefónicas y trascendió que Galliano también fue víctima de intimidaciones para que desista de la acusación.

Fuente: La Capital

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