Este sábado por la tarde, varios ómnibus y vehículos de gendarmería llegaron a Rosario. Los 300 efectivos (faltan trecientos más) se alojaron en el predio de la ex Rural para ser derivados a hostels y hoteles de distintas zonas de la ciudad.
Rosario.- Desde el lunes a las 6 de mañana, los efectivos de la fuerza federal se sumarán al patrullaje de la policía santafesina para ocupar los sectores más “complejos” de la región.
El arribo de las fuerzas federales fue casi sorpresivo, ya que el secretario de Seguridad provincial, Gerardo Chaumont, había admitido hace algunos días que no sabía la fecha exacta en la cual los gendarmes vendrían a Santa Fe.
La semana pasada, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, habían confirmado el arribo de las fuerzas federales a las ciudades de Rosario, Santa Fe, Venado Tuerto, Rafaela y Reconquista. El anuncio fue considerado por el PRO como un acuerdo electoral para que tanto el socialismo y el PJ se sumaran “algunos puntos” en la elecciones generales. Por otro lado, los partidos de izquierda, se manifestaron en contra del arribo de la gendarmería y afirmaron que "la única propuesta electoral es militarizar".
El anuncio no sólo causó revuelo en la oposición, sino que dentro del gobierno provincial también se abrieron dudas. Una de las incógnitas, que recién se resolvió este sábado, era saber la fecha exacta en que la fuerza federal llegaría a la provincia. Otra incertidumbre fue la cantidad de efectivos que se destinarían a Rosario. Al principio se anunció que iban a llegar a la ciudad 600 gendarmes, luego el secretario de Seguridad provincial afirmó que serían 400 y, finalmente, Bonfatti confirmó que serán seicientos.
En conclusión, según manifestó el gobernador, en total arribarán 1050 gendarmes a la provincia: 300 en Santa Fe, 50 en Rafaela, 50 en Reconquista, 50 en Venado Tuerto y 600 en Rosario.
La medida de fuerza, en todas las plantas del país, comenzó al mediodía del lunes, luego de que la Cámara de Diputados obtuviera quórum para debatir la nueva Ley Bases. Concretamente, los trabajadores aceiteros se oponen a la reforma laboral y a la restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
El gobernador se refirió a los trece autos incendiados, el taxi baleado y las amenazas a colectiveros. “Ante estos ataques es muy difícil que el Estado se pueda adelantar. Pero trabajamos, ponemos recursos a disposición y aseguramos que los responsables siempre terminan cayendo”, sostuvo