Los hechos se registraron ayer por la tarde.
El partido transitaba su etapa normal y cuando solo faltaba tiempo de descuento hubo discusiones entre jugadores por una falta que involucraba a un delantero local y al arquero visitante. Esto originó que la parcialidad de San Lorenzo ingrese al campo de juego e invada la cancha. Hubo corridas, golpes y recién después que la hinchada visitante llegó hasta donde estaba la de Unión actuó la policía.Un mal despliegue policial, que permitió desde el inicio que la gente del local llegue hasta el buffette donde estaban ubicados los hinchas “panza” y se originen entredichos. Ya desde el inicio no hubo buen control y después quisieron solucionar todo pero a los tiros.
El joven Stefano fue agredido por jugadores e hinchas locales en el campo de juego y después de la intervención de la policía hubo corridas.
Cuando familiares y amigos de los jugadores de Unión quisieron ayudar a sacar pertenencias y cubrir a los suyos de la lluvia de piedras, botellas y palos, los uniformados en lugar de contrarrestar esos ataques abrieron fuego contra la parcialidad y jugadores del equipo de Arroyo Seco que fueron los más perjudicados. Hubo heridos a corta distancia, y gran malestar por esa situación.
Salir de ese marco no fue fácil para el público de Arroyo que se trasladó a Villa en familia con niños y personas mayores la pasaron muy mal. Varios jugadores heridos por la lluvia de cosas que arrojaban los irascibles que ingresaron a la cancha y por la policía que con sus catorce uniformados no supo parar antes de que ocurra, semejante tarde negra para el fútbol de la Liga Regional Del Sud.
La medida de fuerza, en todas las plantas del país, comenzó al mediodía del lunes, luego de que la Cámara de Diputados obtuviera quórum para debatir la nueva Ley Bases. Concretamente, los trabajadores aceiteros se oponen a la reforma laboral y a la restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
El gobernador se refirió a los trece autos incendiados, el taxi baleado y las amenazas a colectiveros. “Ante estos ataques es muy difícil que el Estado se pueda adelantar. Pero trabajamos, ponemos recursos a disposición y aseguramos que los responsables siempre terminan cayendo”, sostuvo