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Aún permanecen evacuados más de dos mil habitantes en Santa Fe y Entre Ríos

Según el Instituto Nacional del Agua los ríos Paraná y Paraguay se mantendrán hasta el mes de marzo por encima de los niveles de evacuación.

Gran cantidad de habitantes aún necesitan la ayuda del Estado para sobrellevar el impacto del agua.

Gran cantidad de habitantes aún necesitan la ayuda del Estado para sobrellevar el impacto del agua.

Más de dos mil personas continuaban ayer evacuadas en distintas ciudades de Santa Fe y Entre Ríos por la crecida del río Paraná que provocó inundaciones en sectores de la zona ribereña. Unas 1.700 personas permanecían evacuadas en Santa Fe, de las que unas 188 familias pertenecen a la ciudad capital, informó ayer la Secretaría de Protección Civil de la provincia.

En tanto, en el puerto de Santa Fe, el río alcanzó los 6,48 metros y se mantiene estacionario, cifra que supera el nivel técnico de evacuación, establecido en 5,70, mientras el río Salado en Santo Tomé registró 6,50 metros y sigue en baja. En Rosario, alcanzó los 5,53 y se aguarda para los próximos días que la creciente llegue al punto máximo. El sector más afectado es la costa El Magrullo, zona sur, donde dos familias debieron ser reubicadas.

La costa del río en la ciudad de Reconquista llegó a 6,15 metros en el puerto local y se frenó el repunte de la creciente y también se encuentran estacionados en su nivel casi todos los puertos aguas arriba del Paraná, donde continúan evacuadas 34 familias del barrio La Cortada y de la zona ribereña.

Las autoridades de Defensa Civil reiteraron ayer que sigue la preocupación para los próximos días, porque podría producirse desbordes del Paraná y sus aguas ingresar a los arroyos e inundar los campos aledaños, generando grandes pérdidas en las zona sembradas.

Los damnificados por las inundaciones eran asistidos por los ministerios de Salud y Desarrollo Social de la provincia.

Además, se realiza un operativo de control en el ingreso al barrio Colastiné Sur y se coordina con la Agencia de Seguridad Vial el control en rutas y zonas afectadas por la crecida del río. También continúa el monitoreo del estado de los terraplenes de defensa en los distintos sectores de la zona ribereña y la supervisión de los puntos de bombeo.

En Entre Ríos, mas de 850 familias de la zona rural de Villa Paranacito, que está inundada hace seis meses, continuaban autoevacuadas. “La afectación económica es terrible”, señaló el intendente de la localidad, Gabriel García, quien informó además que desde el municipio están asistiendo permanentemente a los vecinos y controlando el estado de los diques de contención.

En Concordia. Mientras los evacuados de Concordia van, lentamente, regresando a sus hogares, en Islas del Ibicuy los vecinos se autoevacúan en sus propias viviendas palafíticas, construidas en lo alto y sobre pilotes de madera, para soportar la crecida de los ríos.

A los pobladores del departamento Islas del Ibicuy, ubicado en el delta entrerriano, les afecta tanto la crecida del río Paraná, como la del Uruguay, porque allí es donde estos ríos confluyen antes de su desembocadura en el río de La Plata.

Pronósticos. El Instituto Nacional del agua anticipó los posibles escenarios hidrológicos en la Cuenca del Plata durante el período comprendido entre enero y marzo de este año.

Según el documento, en las cuencas brasileñas de los ríos Paraná, Iguazú y Uruguay, Paraguay, Litoral y República Oriental del Uruguay se espera que continúen lluvias por encima de lo normal.

En tanto en el extremo sur de Bolivia se esperan lluvias normales a por debajo de lo normal. Por otra parte las alturas de los ríos Paraná y Paraguay en territorio argentino se mantendrían por encima de los valores de evacuación durante todo el trimestre.

De acuerdo con la reciente evolución de las condiciones atmosféricas y oceánicas y los pronósticos correspondientes se espera que durante el próximo trimestre continúen las particularidades del fenómeno El Niño, con características de fuerte, aunque su influencia comenzaría a debilitarse hacia fines del trimestre y los niveles de la cuenca comenzaría a estabilizarse durante el transcurso del próximo otoño.

Fuente: La Capital

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