El Concejo Municipal aprobó una iniciativa para que la Oficina Municipal del Consumidor haga un relevamiento bimestral.
En días donde el Indec y la inflación vuelven a ser parte del debate político nacional, Rosario sumará su propio índice de precios de la canasta básica alimentaria. La tarea recaerá en la Oficina Municipal del Consumidor, organismo que se dedica a recibir denuncias de usuarios de servicios públicos y privados. La nueva directora de esa repartición, que depende del Concejo Municipal, María Julia Bonifacio, ex edil de Unión PRO Federal, se reunirá hoy con la concejala justicialista Carola Nin, que elaboró el proyecto, para afinar detalles de la implementación.
La información incluye una actualización cada dos meses y será publicada en la página web del Concejo, aunque en la oficina evalúan crear un portal propio para que el ciudadano además pueda dejar denuncias on line. El índice de precios rosarino pretende contribuir a la cultura de consumo local como herramienta contra abusos de parte de los comerciantes (y en qué rubro) y de ahí en más tomar medidas para protegerse, como alguna vez ocurrió con el “apagón de consumo” contra el tomate.
Contra la inflación
Según el proyecto de Nin, aprobado en la última sesión del Concejo Municipal, entre diciembre y enero últimos se registraron aumentos del 25 por ciento en productos de primera necesidad o consumo. A esto se suman los aumentos de tasas y tarifas de servicios.
Tomando la mentada ley de Defensa del Consumidor Nº 24240 y la ordenanza que creó la Oficina Municipal del Consumidor, los concejales pidieron elaborar un listado de productos de la canasta básica con precios mayoristas, minoristas, unidad, peso y ubicación geográfica del comercio, entre otros datos, a relevar cada dos meses.
También deberán divulgarse las ofertas más convenientes existentes sobre uno o varios productos. Además, la Oficina convocará a asociaciones y ONG vinculadas a la defensa de los derechos de los consumidores a participar.
“Es esencial darle al usuario el poder que tiene para controlar con su consumo los precios”, contó a El Ciudadano Bonifacio, quien hizo referencia a los pocos “apagones de consumo” en los últimos años.
Se trata de situaciones extraordinarias, cuando los comerciantes se ven obligados a bajar los precios de los productos porque los compradores se niegan a pagarlo. Las verduras suelen ser el caso.
“Con un índice podés conocer los aumentos abusivos y trabajar con productores y comerciantes sobre casos puntuales. Evaluamos que se extienda a más rubros que los de la canasta básica”, agregó la ex concejala del PRO.
La oficina cuenta con personal especializado para recibir denuncias y, por consiguiente, con datos sobre servicios públicos, bancos y tarjetas de crédito, entre otros.
Una vez completo, el índice de precios rosarrino estará colgado en la página web del Concejo Municipal (www.concejorosario.gov.ar) y cada dos meses será actualizado. “Es una manera de focalizar y educar al usuario que busca la información para decidir mejor. Es más práctico. También planeamos tener una página propia (de la Oficina Municipal del Consumidor) donde se puedan hacer reclamos puntuales”, adelantó Bonifacio.
Avalado
En diálogo con El Ciudadano, Alberto Muñoz, ex titular de la Oficina Municipal del Consumidor y presidente de la asociación civil Unión de Usuarios y Consumidores de Rosario, analizó la medida. “Creo que se necesitan recursos humanos y tecnológicos para poder conseguir y difundir la información que se pidió desde el Concejo”, señaló.
“Todo lo que sea seguimiento de precios en esta época es importantísimo. Fue muy valioso el aporte de la Asociación de Empleados de Comercio con los informes de remarcación de las grandes cadenas de supermercados”, agregó Muñoz.
Entre 2014 y 2015, el sindicato de empleados de comercio brindó informes sobre fuertes subas de precios de las principales cadenas de supermercados. Detallaban los costos a los que el supermercado adquiría un producto y la fecha, y luego el precio con el que lo llevaba a la góndola. La diferencia en muchos casos era enorme.
“La responsabilidad de los procesos inflacionarios son la concentración del comercio minorista (cinco cadenas de supermercados en la ciudad) y la industria alimenticia (lácteos, bebidas, entre otros). Es un circuito cerrado donde cada vez que hay un aumento de salario, jubilación o asignación al día siguiente ya es absorbido por el supermercado con la remarcación”, expresó Muñoz.
Una forma “ágil” y original de comunicar los proyectos
La concejala de Compromiso con Rosario, Carola Nin, autora del proyecto de creación de un índice de precios local, le buscó una vuelta de tuerca a la tarea de comunicar su labor legislativa. Y encontró una forma original, al menos para la ciudad: con una tira gráfica que sube a la red social Flickr. Se denomina “Rosario la linda y Carola”, en referencia a los dos personajes principales, una planta que representa a la ciudad y una caricatura de la propia edila. “Es una tira gráfica de breves cuadros que pretende comunicar de una forma ágil, dinámica y sencilla nuestro trabajo”, explican en el sitio sobre el trabajo de Javier Armentano.
La idea de crear un índice de precios propio está explicado así en esa pieza gráfica: “Propusimos que la Oficina del Consumidor de Rosario releve los mejores precios de la canasta básica y los difunda para darle la posibilidad a las familias rosarinas de comprar mejor”.
Hay otras tiras en las que “Rosario la linda y Carola” critican la recolección de residuos y los cuidados por el dengue, y otra en que ironizan sobre la actividad del aeropuerto de Fisherton.