El secretario general de Smata Rosario, Marcelo Barros, pronosticó un futuro complicado en General Motors (GM), ya que, según el gremio de los mecánicos, la empresa dejará de fabricar en la planta de Alvear dos modelos de autos (Agile y Corsa Classic). Esto hace prever que para marzo del año que viene haya “unos 800 trabajadores con riesgo de perder sus puestos laborales”, calculó Barros.
“Quedará para el año próximo sólo una línea de producción y cientos de compañeros perderán su trabajo”, alertó Barros, al tiempo que señaló que “no sólo en la planta de GM se perderán puestos laborales, sino en las autopartistas de la zona”.
Durante un encuentro en Rosario de gremios de la rama industrial, el sindicalista se mostró preocupado por el presente del sector automotriz, que en los últimos meses viene metiendo rebajes en un contexto recesivo y de fuerte caída de la actividad fabril. En septiembre, la producción de autos se desplomó casi 20% frente a igual mes de 2015, de acuerdo a datos nacionales de las propias terminales.
“La industria automotriz está complicada en todo el país. En Córdoba prácticamente está parada y en el Gran Rosario tenemos desde la semana que viene un producto menos que es el Corsa Classic, y el mes que viene tenemos otro menos que es el Agile y nos queda solamente el nuevo Cruze”, dijo ayer Barros en declaraciones a LT8.
“Si la compañía no consigue otro producto para el futuro, en marzo vamos a tener problemas, porque vamos a tener un solo turno”, indicó el dirigente. En la planta industrial de GM radicada en la vecina localidad de Alvear trabajan unos 2.300 operarios afiliados a Smata. Y agregó: “La empresa está en busca de otros productos para traer a la Argentina, ellos saben que están en problemas”.
Barros responsabilizó al gobierno de Mauricio Macri por la caída de producción automotriz. “El gobierno parece que está en otro mundo, lo escuchás a (el ministro de Hacienda Alfonso) Prat Gay y es todo una maravilla, pero no se dónde viven, acá hay muchos despidos, estamos preocupados”, sostuvo.
En tanto, el dirigente de Smata puso el foco en la producción y venta de tubos de gas (GNC) para autos, donde “ha caído notablemente la venta y en talleres que tienen dos o tres empleados están al borde de cerrar y donde hay más trabajadores, se reduce personal. También se ven afectadas las estaciones de servicio por el menor consumo de GNC”.
La unión hace la fuerza
Con más de 35 gremios de Rosario y la región (UOM, Smata, Ceramistas, Sindicato de la Carne, Alimentación, Vidrio, Plásticos, Madera, portuarios del Supa, Papeleros, entre otros tantos), se lanzó la Asociación Industrial Santafesina (Asisfe), espacio que agrupa a sindicatos industriales que comparten preocupaciones y críticas por falta de políticas destinadas a revitalizar el sector.
“Vamos a pedir un pacto social ante la situación dramática que vivimos en el sur de Santa Fe con apertura de importaciones, tarifazo, caída de la producción”, dijo Antonio Donello, secretario general de la UOM y anfitrión del encuentro.
“El sector industrial en todas sus vertientes está atravesando momentos muy duros, donde fábricas pequeñas están cerrando y en otras con más empleados hay despidos”, indicó Donello durante la reunión.
El titular de la UOM Rosario dijo que convocarán al gobernador, a la intendenta y a las diferentes cámaras del sector, entre ellas la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), y también legisladores provinciales, “para abordar la situación y convenir un pacto social para frenar el drenaje negativo que están dejando las políticas nacionales”.
Por su lado, el secretario general del Supa, César Aybar, remarcó que se prevé para 2017 un incremento de 35 a 75 mil contenedores que ingresarán al puerto de Rosario. “Está ingresando todo tipo de productos”, dijo.