La defensa del religioso acusado de abuso sexual en un Cottolengo había propuesto cumplir arresto domiciliario en una casa del Instituto Cristo Rey.
Tras la reacción de los vecinos del barrio Cotos de la Alameda, en Roldán, el religioso Juan Aveiro no cumplirá la prisión preventiva domiciliaria en una casona del Instituto Cristo Rey. Así lo hizo saber a la Justicia la defensa del imputado de abuso sexual en perjuicio de tres adultos jóvenes discapacitados alojados en el Cottolengo Don Orione de General Lagos.
El Hermano Juan, como era conocido en la comunidad religiosa, es un laico consagrado y realizaba tareas de catequesis en la institución humanitaria. En el mes de junio pasado fue acusado de abuso sexual agravado en perjuicio de tres internos, luego de que una de las víctimas relatara la situación que venía padeciendo a las autoridades del Cottolengo, quienes hicieron la denuncia judicial. Desde entonces, el acusado está detenido, actualmente en el penal de Piñero, pero el juez de Cámara Javier Beltramone le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria.
La defensa propuso cumplir la preventiva en una casona del Instituto Cristo Rey ubicada en el barrio Cotos de la Alameda, de Roldán. A poco de conocer la noticia, los vecinos expresaron un fuerte rechazo, reunieron firmas, se reunieron con el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, y con el intendente José María Pedretti, lograron que el Concejo municipal emitiera una declaración de rechazo a la presencia del Hermano Juan en la ciudad, e incluso le enviaron una carta al mismísimo Papa Francisco.
Según confirmaron fuentes judiciales a este diario, la defensa presentó un escrito en Tribunales desistiendo de esa casa del Cristo Rey como alojamiento ya que los responsables de ese instituto se negaron a recibirlo.
Por lo pronto, Aveiro sigue detenido ya que si bien tiene otorgada la detención domiciliaria, el juez Beltramone puso como requisito —a pedido de la Fiscalía— que se le coloque una tobillera electrónica, elemento que está en falta en la provincia de Santa Fe. La defensa, en tanto, tampoco ofreció aún otro domicilio que reemplace al propuesto en Roldán.
Nuevo testimonio
Una de las víctimas ya dio su testimonio en Cámara Gesell, y esta semana se sumó la declaración en las mismas condiciones de otro muchacho que tiene una discapacidad intelectual mucho más profunda que el primero y dificultades para expresarse verbalmente. Este testimonio será evaluado por profesionales en psicología del Poder Judicial, quienes elevarán un informe.
El Padre Aníbal Quevedo, director del Cottolengo Don Orione de General Lagos, recibió a este semanario. Contó que los pormenores de la causa que tiene como imputado al hermano Juan Aveiro que prestaba servicios en la institución que dirige, la va siguiendo a través de los medios y que los residentes ultrajados por este religioso reciben el mismo trato de siempre, pero aseguró que les dedican más tiempo en la atención en general.