El jefe de la brigada especial de rescate de bomberos zapadores de Rosario, Andrés Lastorta, charló esta semana con La Posta Hoy y contó su experiencia luego del siniestro que sacudió a la región y al país. Durante prácticamente una semana durmió solo unas 3 ó 4 horas por día, sacó a 8 personas con vida mientras uno de los edificios ardía y asegura, que a pesar del dolor de no poder encontrar a más personas con vida, lo emocionó la solidaridad y “el apoyo de la gente”. Que orgullo decir que es de Arroyo Seco. En una nota “sin desperdicio” lo entrevistamos de esta manera.
Nos pusimos en contacto y aceptó gentilmente y de inmediato cedernos unos minutos para una nota. Luego de coordinar el horario y más tarde de postergar la charla durante algunas horas ya que lo habían llamado nuevamente de urgencia desde Rosario, llegó puntual al diario a las 7 de la tarde tal cual habíamos quedado, se sentó y pregunta tras pregunta respondió con total sencillez.
Andrés Lastorta tiene 42 años, está casado, es papá de tres chicos y vive en Arroyo Seco. Desde hace 23 años es bombero y tras 18 años de servicio actualmente es jefe. Es Comisario del Grupo Especial de Rescate Zapadores (GERZ). Su rutina diaria es viajar todos los días a la ciudad vecina y desde las 07:30 que llega recién regresa a casa cuando el trabajo del día termina. Sin embargo, el martes 6 de agosto y durante los seis días siguientes viviría una de las experiencias más impactantes de su vida.
Eran las 09:30 de la mañana cuando una explosión azotó al centro de Rosario. Un edificio de Salta y Oroño había explotado por una pérdida de gas. Como saldo 21 personas resultaron víctimas fatales, hubo un numero importante de heridos, pérdidas materiales cuantiosas y familias que tristemente perdieron todo lo que cosecharon a lo largo de la vida. La reconstrucción de la zona tardará muchísimo tiempo en volver a ser lo que era y las familias muchos años en recuperarse tanto en lo económico como en lo psicológico.La base de zapadores queda a tan solo cinco cuadras del lugar de la tragedia, por lo tanto las tres primeras dotaciones que arribaron al lugar tardaron solo unos minutos en llegar.
¿Cómo comenzó el trabajo cuando llegaron a la zona del siniestro?
“Nos organizamos en dos grupos para sofocación del incendio que era un escape de gas con llamas muy fuertes y no se podía apagar”, comenzó su relato Andrés“A su vez, durante la primera hora se rescataron a las víctimas en lo que es el edificio de calle Salta y lo que es el edificio que está en calle posterior a Salta y el edificio de 9 pisos que estaba en el medio ya no estaba más, había implosionado. Lamentablemente las vidas que se rescataron, que fueron los sobrevivientes fueron durante esa primera hora, después estuvimos en búsqueda de gente con vida pero lamentablemente estaban ya fallecidos”, dijo.
¿Estamos preparados para una catástrofe de esta magnitud?
“Muchas veces pensábamos si estamos preparados para algo así. Sin embargo yo creo que Rosario se notó que está preparado por la organización que hubo horas después. Seguramente al llegar a un siniestro, uno se encuentra con algo desorganizado por el hecho en sí, gente corriendo, llorando, muchos heridos; hasta que se forma un comité de incidente y empiezan a actuar las fuerzas en conjunto y podemos organizar bien el trabajo. A nosotros nos decían los chicos del GERZ de Buenos Aires, con los que formamos un grupo muy unido que no tenemos nada que envidiarle a ningún otro grupo especial de ninguna parte del mundo por el entrenamiento que tenemos y lo que hemos demostrado. Además están muy contentos por la gran respuesta de la gente, la solidaridad y por toda la cantidad de bomberos voluntarios que llegaron de varios puntos del país”
¿La predisposición de las autoridades fue la misma que se percibió a través de los medios de comunicación que siguieron minuto a minuto la cobertura de la tragedia?
“Realmente las autoridades estuvieron en todo momento con nosotros. Tuvieron un perfil muy bajo. Desde el ministro de seguridad hasta la intendenta de Rosario iban todos los días. Hemos estado personalmente con el ministro de seguridad en horas de la madrugada hablando con él y por lo menos el apoyo de ellos lo teníamos como por ejemplo también el de Marcos Escajadillo que estaba constantemente con su gente que lo que le pedíamos lo teníamos desde linternas hasta materiales que nos hacían falta”
¿Qué te pareció la presencia de la Presidenta de la Nación? ¿Apareció de forma espontánea tal cual se vio?
“Fue totalmente imprevisto, estábamos trabajando, recibimos la comunicación de que llegó la presidenta y los dos jefes que estábamos a cargo del operativo tanto el jefe del GERZ Buenos Aires como yo, acudimos a recibirla y a explicarle un poco en lo que se estaba trabajando”
Entre las versiones que surgieron y corrieron en las redes sociales tras la tragedia se habló de que había más personas fallecidas entre los escombros. ¿Qué hubo de cierto en eso?
“Muchas veces el ser humano se equivoca y peca de ingenuo. Comenta cosas que no tiene que comentar y una palabra lleva a la otra; y eso confunde a la gente. Realmente lo que sucedía ahí, los que sabíamos eran los que estábamos ahí. Como habían dicho que un rescatistas había sacado a este chico que estaba desaparecido (Santiago Laguía). Sin embargo y como me pasó a mi durante la primera hora saqué a ocho personas del edificio que estaba incendiado, si me preguntás la cara yo no me acuerdo. Es imposible de que se haya acordado que lo sacó.
Igual que decían que había 50 ó 60 muertos pero la lista de desaparecidos estaba y hasta no encontrar al último no íbamos a parar. Lamentablemente a los dos últimos se los encontró juntos en el ascensor”
¿Cuáles fueron las escenas que más te conmovieron como rescatista?
“Imágenes hay muchas. Por ejemplo casualmente una de las personas que uno rescata, a medida que va entre los escombros, la misma chica que rescate tenía la foto de un bebé en brazos y había soquetitos. Entonces uno se queda con la imagen de que había un bebé y volví muchas veces al lugar por eso el dicho mío “menos mal que no había chicos”.El cadáver de la chica especial que estaba enterrada y cuando la desenterramos de al lado de ella sacamos una labradora que estaba intacta. Entonces eso nos daba esperanza de que a lo mejor a 3 ó 4 metros debajo de los escombros hubiera gente con vida. Pero lamentablemente no fue así”
¿Cómo vivieron el momento del final de la búsqueda?
“Cuando terminó la búsqueda fue un momento emocionante, particularmente yo aplaudí, los brigadistas aplaudieron, los bomberos también pero por otro lado uno pensaba si no era un festejo desmedido. Porque si bien uno festejaba que había terminado la búsqueda y que le había entregado los cuerpos a los familiares, por otro lado pensaba que estamos festejando y del otro lado hay gente que perdió a sus seres queridos. Pero lo gratificante fue que después de todo eso un hermano de una de las víctimas nos vino a agradecer por entregarle el cuerpo de su hermano, al igual que otro chico que había perdido a la hermana. Entonces eso por lo menos a uno lo tranquiliza”
¿Qué fue lo más emocionante?
“El apoyo de la gente, que cada vez que salíamos del lugar era algo increíble. Nadie se lo imaginaba. Incluso los chicos de Buenos Aires (rescatistas) jamás se pensaron que la gente de Rosario y alrededores los iban a tratar así”.
Andrés Lastorta es uno de los tantos hombres que arriesgaron su vida junto a unas 300 personas que trabajaron mancomunadamente en las tareas de rescate y ayuda a las víctimas de este siniestro. Quedarán seguramente en su retina uno de los momentos más angustiantes y emocionantes tanto de su profesión como de su vocación de bombero. Como arroyenses y argentinos creo que solo queda decirle muchísimas gracias y felicitarlo, tanto a él como a tantos otros, por las tareas cumplidas, más allá del dolor de la pérdida de tantas vidas ellos arriesgaron las propias para salvar otras ajenas.
Esta nota fue realizada el año pasado con Andrés Lastorta luego de la tragedia de Salta y Oroño; y decidimos compartirla con los lectores de Arroyo Diario.