Eulogia Morel y su hija son las colaboradoras que están al frente del refugio de perros ubicado en Ruta 21 y el acceso norte a la ciudad. Ante un estado municipal ausente, son las únicas que invierten en la construcción de nuevos caniles y en remodelar el lugar para darles una mejor estadía a los 100 animales que están allí.
Arroyo Seco.- En el refugio, conocido desde hace años como la denominada “perrera municipal” ubicada a la vera de la Ruta 21 en el ingreso al basural, hay albergados 100 perros los cuales reciben asistencia diaria por parte de Eulogia Morel y de su hija que, desde hace 4 años aproximadamente, pasaron a ser las responsables del predio; dado que nadie responde al cuidado y bienestar de estos animales más que ellas y algunas otras proteccionistas que suman ayuda con su desinteresada colaboración.
Los perros que están allí reciben a diario su ración de alimentos y en los casos que necesiten atención veterinaria, ellas son las que pagan por los servicios de los profesionales. Desde hace tiempo, dado que no eran apoyadas por el ejecutivo local, decidieron dejar de ir a la municipalidad para pedirles ayuda y fue entonces cuando optaron por encargarse ellas mismas de los canes. Es decir, que desde aquel momento vienen invirtiendo dinero de sus bolsillos para poder cuidarlos. Actualmente, según contó la propia Eulogia Morel, llevan invertidos “más de 40 mil pesos” en lo que va de los últimos años en la remodelación del predio que hoy tiene caniles de material y piso de portland. La mujer destacó que además se logró cambiar el tejido completo del refugio pero que fue gracias a la colaboración desinteresada de Eliana D´Ortona que fue la única persona que se sumó de forma voluntaria.
En lo que respecta a la municipalidad, el aporte que les brindan es de dos bolsas de alimentos diarias y de un empleado municipal que es el encargado de armar los caniles. Cabe mencionar que, antes había otra persona designada por el municipio, pero dejó de ir hace alrededor de 7 meses atrás “porque era mucho el trabajo que tenían para hacer”.
“Estamos trabajando y luchando haciéndoles la cuchita a los perros. Tengo que venir todos los días a darle de comer yo a los animales porque de la municipalidad de no viene más nadie”, comentó la proteccionista que indicó que su trabajo ad honorem se inició más fuertemente hace 4 años atrás a partir de conocer, supuestamente, el mal estado en el que estaban tanto los animales allí como el propio refugio. Según manifestó “los perros dormían en tambores y en el barro. Nadie se ocupaba de ellos”, como así también sostuvo que “los animales comían carcasas podridas”. Y en este sentido agregó: “A mí lo que me interesa es la salud de los perros y que tengan la comida todos los días. Por suerte ya nos falta poco para terminar el refugio y yo lo que quiero es que los perros nunca más pasen por lo que pasaban antes. La otra proteccionista que estaba antes acá sabe que los perros se mataban entre sí”.
“Lo que me gustaría preguntar es por qué ellas dejaban que los perros se mataran y nunca hicieron nada porque hay que trabajar para ayudar a los perros y no vivir de ellos porque por ahí haces cenas y cenas (para recaudar fondos) y no sé dónde irá esa plata”, se preguntó la mujer en la entrevista para Arroyo Diario.
Por lo pronto, el refugio se ve en muy buenas condiciones, Eulogia, su hija y algunas colaboradoras son las que lo mantienen a diario, los perros están separados según su comportamiento y todos esperan ser adoptados.