Romina Furlán y su pequeño hijo de 5 años fueron víctimas de un hecho de “escruche” en su casa. Los ladrones ingresaron a robar mientras ellos no estaban.
Habían salido el sábado aproximadamente a las 21 horas, estuvieron en la casa de familiares y cerca de las 2 de la madrugada Romina Furlán llevó al hospital a su hijo de 5 años porque había levantado temperatura. Luego de la atención médica, regresaron a su vivienda de calle Humberto Primo al 1000 y al llegar ella pudo advertir que algo no andaba bien.
Le habían forzado el portón de rejas de ingreso a su propiedad, al igual que la puerta principal de entrada a la casa. En el interior de la vivienda, excepto en la habitación de su hijo, había un gran desorden; y pese a que había otras cosas de valor para llevarse, solo optaron por el efectivo.
Según contó Romina, ella tenía “unos 5 mil pesos” guardados pero manifestó que lo que más le dolió es que le hayan llevado la alcancía de su nene.
Si bien no puede acusar a nadie tiene sus sospechas de quien o quienes podrían ser los desconocidos que entraron a su casa. Es más, se animó a decir que estima que conocen sus movimientos y que podrían estar en su propio barrio.
Respecto a los vecinos, agradeció a los que se acercaron y se solidarizaron con ella.
La víctima fue un jubilado de calle Juárez Celman al 900. Le llevaron 10 mil pesos que había cobrado en la semana. Los malvivientes se movilizaban en un auto color gris.