Néstor Bozzo, titular del establecimiento avícola que se encuentra por calle San Martín muy próximo al puente que cruza el Arroyo Seco manifestó que durante los trabajos de reconstrucción del ramal ferroviario y mientras estuvo Gendarmería Nacional en las inmediaciones, los hechos delictivos dentro de su predio habían mermado. Sin embargo, en este último tiempo, es una constante que ingresen a su campo a robar y ocasionar daños. Es más, este fin de semana, los cuidadores que viven dentro de su propiedad fueron víctimas de delincuentes que los amenazaron con un arma de fuego y que hasta incluso les dispararon. Un proyectil pasó por muy cerca de uno de los hijos de una de las familias que viven allí. Lamentablemente son presa fácil para los ladrones que están merodeando por las cercanías a dicho establecimiento.
Bozzo ya agotó casi todas las instancias y en una última reunión que mantuvo con el intendente Nizar Esper volvió a dejar de manifiesto su preocupación y la única alternativa que ve posible como para que no entren dentro de su propiedad, es que gendarmería nacional tenga personal arriba del puente. Por lo menos así lo dejó en claro en una entrevista que cedió esta mañana a Radio Extremo 106.9. El empresario no descartó la posibilidad que la policía local también esté de forma más permanente en la zona pero nunca les dieron resultados positivos los patrullajes de los móviles de Arroyo Seco. Y en este sentido aclaró que es porque ellos van por la calle y los delincuentes ingresan por detrás de su predio y en la oscuridad de la noche. Es más, dijo que la unidad policial que suele estar apostada en la esquina de Baigorria y San Martín tampoco le es útil porque, simplemente no pueden ver qué lo que pasa en las cercanías de su campo.
Carmen Vera, es una de las personas que trabaja dentro de este establecimiento avícola y su hijo estuvo a punto de ser alcanzado por un disparo de arma de fuego. Ella misma contó que los sujetos que suelen ingresar al campo de Bozzo son menores de edad y que se la “agarran” con ellos porque son los que cuidan allí. La señora dijo que, como lo hizo en otras tantas ocasiones, después del episodio de hace unos días, llamó a la policía, fue a la comisaría a hacer la denuncia pero allí quedó todo. Expresó que vive con temor y comentó que tiene un hijo que concurre a la escuela especial. Sin embargo y pese al inicio de clases todavía no lo pudo mandarlo porque no sabe qué puede pasarle en el camino mientras se dirige al colegio. Como así también expresó que otra de sus grandes preocupaciones recae en su otro hijo de 19 años que tiene que salir a trabajar y no sabe si llega al trabajo o no por culpa de estos 3 o 4 inadaptados que los tienen en vilo, amenazados y a su merced.