El 25 de septiembre de 2009, se realizó en las instalaciones del Centro de Jubilados y Pensionados de Arroyo Seco, un evento de carácter solidario organizado por la Escuela N° 6036. Esa noche, Alexander tenía 8 años y siendo por entonces alumno de la institución escolar, concurrió con sus padres al lugar, disfrutaron de la noche y al retirarse, aproximadamente a las 00:30 horas, sufrió un imprevisto en la vereda.
El niño cayó en una alcantarilla que estaba cubierta por hojas y que no estaba en condiciones. A consecuencia y ya en el Hospital Provincial N° 50 se le diagnosticó: “pérdida de conocimiento, vómitos, herida en el rostro, pérdida de un diente y fractura (pie)”.
Ante estas circunstancias y ya con el menor fuera de peligro; sus padres decidieron visitar el estudio del Dr. Fernando Zárate. Allí lo pusieron en conocimiento de los hechos y se radicó además una denuncia policial en consecuencia que quedó asentada en la seccional 27ma. Se pidió incluso al sumariante de turno una constatación de cómo se hallaba la alcantarilla donde el chiquito se había caído y el abogado además recabó muestras fotográficas.
Iniciada la demanda que apuntó no sólo al Centro de Jubilados sino también a la Municipalidad de Arroyo Seco por ser dueña del bien público; se presentaron pruebas y el Tribunal – por sorteo – incluso ordenó una pericia arquitectónica de la que luego se desprendió que a posterior al accidente sufrido por el chico, se había hecho un arreglo de la alcantarilla, reemplazando la antigua rejilla y se corroboró también que el cemento colocado era nuevo.
Después de los términos y plazos perentorios; más la presentación de testigos y tras casi 9 años; finalmente el Juzgado emitió su dictamen y decidió condenar a la Municipalidad y al Centro de Jubilados con un resarcimiento económico por los daños y perjuicios que sufrió Alexander y su familia.
“Se condenó a ambos. A la municipalidad de Arroyo Seco por ser dueña del dominio público. Es decir, por ser dueña de la vereda la cual pertenece al dominio público municipal. Y se condenó al frentista porque éste es guardián de su vereda, tiene el deber de mantenerla en condiciones. Entonces se condena a ambos. A uno por daños y al otro por responsable de su mantenimiento”, explicó el Dr. Fernando Zárate en diálogo con La Posta Hoy.
Asimismo el letrado aclaró que los abogados del Centro y los de la Municipalidad hicieron un arreglo; y será el Centro de Jubilados quien deberá indemnizar con 110 mil pesos a quienes encabezaron la demanda.