El monto correspondía a ahorros que tenía para arreglar un tapial de su casa y para comprar una heladera. La estafa fue mediante una llamada telefónica y luego un desconocido pasó por su domicilio a retirar el dinero.
Rosa Furlán tiene 89 años y vive en calle Moreno al 50; el lunes alrededor de las 14 horas recibió una llamada en donde una voz al otro lado del teléfono se presentó como su sobrino Hugo. La mujer cayó en la trampa de delincuentes que le manifestaron incluso que se encontraban con personal del Banco Nación, terminaron por embaucarla y le lograron robar 30 mil pesos que era lo que ella había ahorrado para hacer unos arreglos en su casa y con esa plata también pensaba comprar una heladera.
La mujer confesó que primero le pareció extraña la llamada pero se mostraron tan insistentes que terminó engañada. Recomendó a los vecinos que tenga cuidado y que ante cualquier llamada de este tipo corten la comunicación.
Comentó que el sujeto que apareció en su casa era una persona joven, bien vestido y de buenos modales; y que no dudó que se trataba de un estafador hasta que más tarde advirtió que había sido engañada en su buena fe.