En el día de la fecha se registraron más de 30 allanamientos encabezados por la División Antidrogas de la Policía Federal. Los procedimientos desembarcaron en Rosario, General Lagos, San Nicolás de los Arroyos y en nuestra ciudad. En el caso de Arroyo Seco, un total de 8 direcciones fueron allanadas.
Uno de los lugares requisados fue la casa familiar que el Pastor Javier Llanes alquila en calle Mitre 16 (casi Rivadavia), propiedad lindera al templo que él mismo comanda.
Al momento del procedimiento, el líder religioso no se encontraba en esta localidad, sino que estaba en Villa Berthet, provincia de Chaco. Habitualmente el predicador viaja por razones relacionadas a la actividad solidaria y evangelística que desempeña. Al respecto comentó que tomó conocimiento de la presencia de la policía en su casa porque al encender su celular alrededor de las 8 de la mañana, comenzó a leer varios mensajes que le habían llegado e incluso tenía algunas llamadas perdidas de gente que pasó durante la mañana por su vivienda y se encontró con este despliegue policial. En la casa se encontraban su esposa y su hija, quienes fueron sorprendidas con el procedimiento.
Dijo que su señora le contó que los efectivos les manifestaron que “buscaban droga” y que de la propiedad se llevaron algo de “300 mil pesos” que estaba ahorrando para reparar su chata que “se le fundió” y el arreglo le cuesta alrededor de “un millón” porque “todos saben que tengo una Toro (Fiat)”.
En cuanto a las razones por las cuales presume que la PFA llegó a su casa, supone que tiene que ver con su rol como predicador ya que él mismo contó, incluso en más de una oportunidad de manera pública, que lleva la palabra a penitenciarias, que ha charlado con consumidores y los ha tratado de ayudar desde su lugar con sus problemas de adicción y hasta reconoció dialogar en ocasiones hasta “con traficantes”. Y en este sentido argumentó “ustedes saben que yo no juzgo y adonde me necesitan o llaman estoy”.
La nota completa acá: