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La situación tomó estado público tras el testimonio de Liliana, una madre preocupada por la salud de su hijo de 25 años. Según relató durante una entrevista para Radio Extremo 106.9, su hijo (25) se vio obligado a acudir al hospital en dos ocasiones debido a un intenso malestar abdominal, pero fue rechazado por un médico que se negó a brindarle atención.
"El día lunes a la madrugada, mi hijo se dirigió al hospital 50 para una consulta de un malestar, un dolor que no soportaba", contó Liliana visiblemente consternada. "El médico desde el minuto cero lo trató de manera despectiva, diciendo que no esas no eran horas de venir y cuestionando la gravedad del malestar de mi hijo solo porque estaba usando su celular".
Según Liliana, el médico se negó a realizar cualquier tipo de examen médico, limitándose a recetar un medicamento para el dolor y amenazando con no atenderlo en futuras consultas por "dolores de panza". Este desprecio por la situación de su hijo desató la preocupación y la angustia en Liliana, quien decidió llevarlo ayer por la tarde al Centro Integrador Comunitario (CIC) de General Lagos en busca de ayuda. Ya que previamente habían regresado al hospital y la respuesta del profesional fue de lo más antipática.
"Desde el momento en que llegamos al CIC, la atención fue completamente diferente. Nos recibieron con calidez y rapidez. El médico que lo atendió allí se tomó el tiempo para examinarlo adecuadamente y se percató de la gravedad de su condición", indicó la señora. Agregando: "Mi hijo estaba deshidratado, con un alto nivel de dolor y con signos de peritonitis".
Ante la gravedad de la situación, el médico del CIC decidió derivar urgentemente al joven al HECA de Rosario para recibir tratamiento especializado. Una vez allí, fue sometido a una cirugía de emergencia debido a la peritonitis avanzada.
"Me genera mucha indignación cómo mi hijo fue tratado en el hospital de Arroyo Seco. Es inaceptable que un profesional de la salud se niegue a atender a alguien que claramente necesita ayuda médica", declara Liliana con voz entrecortada. "Nadie debería ser ignorado o menospreciado de esa manera cuando buscan ayuda en un momento de dolor y desesperación".
Afortunadamente y pese a todo lo ocurrido, el muchacho está recuperándose en el hospital de Rosario, mientras Liliana espera respuestas y justicia de lo que considera un trato inhumano e injustificable. No descartaban iniciar acciones contra el médico que estuvo ese día en el efector.
