El presidente de Independiente, Javier Cantero, se retiró de golpe en el medio de una asamblea, que terminó aprobando el ejercicio 2013/13 por un voto.
El presidente de Independiente, Javier Cantero, se retiró este lunes de la asamblea de socios en la que el oficialismo aprobó el balance 2012-2013 por un voto, bajo un clima de tensión y una lluvia de insultos para él y el resto de la dirigencia.
El oficialismo aprobó el balance que arrojó un pasivo de más de 392 millones de pesos. El presidente se levantó en el medio de la asamblea y se dio por cerrado el ejercicio 2012/13.
"Atención atención, queremos la renuncia de toda la comisión", gritaban más de un centenar de socios que ocuparon la parte superior del gimnasio Carlos Radrizzani.
Apenas ingresó al lugar, Cantero fue recibido con insultos y algunos socios le arrojaron latas de gaseosas, al grito de "que se vayan todos".
Un clima muy hostil es el que se vivió en Independiente, un club que se encuentra en el peor momento de su historia: transita la B Nacional y está tapado por la deudas.