El entrenador riojano dio una conferencia de prensa en el estadio Monumental. Agradeció a "los jugadores, la gente y los dirigentes". No aceptó preguntas.
La noticia de la renuncia de Ramón Díaz sacudió ayer la paz alcanzada por River en los últimos días con la obtención de dos títulos. Un día después, el técnico riojano pasó por el estadio Monumental para dar su última conferencia de prensa. Duró apenas algunos minutos. Agradeció al plantel, los hinchas y los dirigentes por el apoyo y dijo que cumplió "todos los objetivos".
Sin embargo, más allá de las palabras de agradecimiento, no explicó los motivos del portazo ni aceptó preguntas.
La expectativa que había generado el anuncio de la conferencia de prensa de Ramón Díaz concluyó cuando el ex entrenador de River se sentó frente a los micrófonos y comenzó con su monólogo. "Es un día especial para mí y mi familia. Quiero desearle lo mejor al club, porque sólo tengo palabras de agradecimiento. Todos los periodistas, dirigentes y simpatizantes han sido muy amables por el comportamiento que han tenido hacia nosotros", fueron las primeras palabras del riojano.
"Cuando llegué acá sólo se hablaba del descenso y me pone muy feliz que hoy se hable de un River protagonista. Haberle ganado a Boca tres veces, la clasificación a la Sudamericana y la Libertadores, y haber ganado el campeonato son cosas que nos enorgullece", continuó el "Pelado", mostrando los logros que consiguió en su ciclo.
Sin embargo, cuando se esperaba que diera a conocer los motivos de su salida, el DT reflexionó: "Nuestro objetivo era llevar a River a los más alto y eso se lo tenemos que agradecer a los jugadores, que son los principales protagonistas. Tuvieron un gran carácter y humildad para llegar al título. Me puso muy contento verlos festejar, porque es un club que te da la posibilidad de crecer. Seguramente, muchos de ellos podrán continuar su carrera en Europa".
Antes de despedirse, Ramón afirmó: "Me gusta esta profesión, porque es algo me apasiona. Tuve la alegría de haber trabajado con mi hijo y eso es una gran satisfacción". Sin titubear y fiel a su estilo, el técnico esbozó su característico "chau, muchachos" y se fue sin dar explicaciones de su decisión.
El entrenador más ganador de la historia de River se fue campeón del conjunto "millonario", como sucediera en 2002. Después de reunirse durante un lapso de media hora con los principales dirigentes de la institución para delinear los pasos a seguir en el futuro, el riojano tomó la decisión de dar un paso al costado de forma indeclinable. Aunque todavía no trascendieron mayores detalles sobre su postura, siempre fue pública la preferencia de Rodolfo D'Onofrio y el resto de la Comisión Directiva por un cambio de timón en el banco de los suplentes