El anfitrión no la pasó bien ante un conjunto trasandino que le jugó de igual a igual y que terminó aguantando el 1 a 1. En los penales terminó triunfando el local.
Tuvo el dramatismo que Brasil no esperaba pasar en el primer mano a mano del Mundial. Pese a la definición angustiosa, el equipo de Luiz Felipe Scolari consiguió el pase a los cuartos de final después de eliminar a Chile en la definición por penales, por 3 a 2. En los 90 minutos reglamentarios habían igualado 1-1, por los goles de Gonzalo Jara, en contra, y Alexis Sánchez, mientras que en los dos tiempos suplementarios ninguno logró sacarse ventaja. De esta forma, los locales se medirán el viernes en Fortaleza con quien se imponga en el choque que animarán Colombia y Uruguay.
Como podía preverse, por las características de ambos conjuntos, la dinámica marcó la pauta del duelo desde el pitazo inicial del inglés Howard Webb, con Brasil lanzado al ataque y Chile presionando y buscando explotar el contragolpe, sobre todo con la velocidad de Alexis Sánchez por la derecha.
Los dos interpretaban bien su libreto, pero de a poco el conjunto dirigido por Luiz Felipe Scolari se fue acercándose al arco defendido por Claudio Bravo. A los 6 minutos tuvo la primera chance, con un remate de Marcelo desde fuera del área que viajó cerca del palo derecho.
Justamente a través de uno de los recursos que mejor explotó el seleccionado local en el primer tiempo llegó la apertura. A los 18 minutos, Neymar despachó un córner desde la izquierda, Thiago Silva anticipó en el primer palo y Gonzalo Jara, en el segundo, la empujó hacia su propio arco, en su intento por impedir que David Luiz conectara. Minutos después, a los 22, el árbitro Webb le perdonó a Neymar la amarilla que lo podría dejar afuera de los cuartos.
De todas maneras, los dirigidos por Jorge Sampaoli no perdieron la calma, aún en un duelo de alto voltaje y muy friccionado, y poco después de la media hora accedieron a la igualdad, aprovechando un grosero error de Hulk, que en defensa perdió una pelota con Eduardo Vargas, quien cedió a Alexis Sánchez. El futbolista de Barcelona se encargó de resolver, con un derechazo rasante que hizo estéril el manotazo de Julio César.
Con Neymar endiablado e imparable para la defensa chilena, los locales redoblaron su búsqueda en el último cuarto de hora y coquetearon con el segundo, primero con un cabezazo de su atacante insignia, que rozó en la espalda de Francisco Silva y salió al córner, y luego con un disparo desde fuera del área de Daniel Alves que Bravo desvió al córner.
De todas maneras, las dudas en el fondo brasileño, recurrentes y demasiado riesgosas, permitieron que la Roja estuviera a un paso de irse al descanso en ventaja, luego de que Alexis Sánchez robara un balón en la salida y combinara con Charles Aránguiz, pero el mediocampista perdió en el cara a cara con Julio César.
El segundo tiempo tuvo tanto vértigo como el primero. Seguir con vida en el Mundial estaba en juego y se notaba. La figura de Julio César crecía al ritmo del nerviosismo de Brasil por no conseguir el gol que le diera el triunfo. Chile se cerraba bien atrás y así provocaba que los locales tuvieran que resignarse a remates desde afuera como el derechazo desviado de Fernandinho a los 4 minutos.
Por tanto irse al ataque, el equipo de Sampaoli a veces dejaba huecos en el fondo y eso fue lo que aprovechó Hulk a los nueve. Pero el árbitro interpretó correctamente que el delantero había bajado la pelota con el brazo antes de convertir y por eso le anuló el gol y lo amonestó. La respuesta de Chile llegó a los 19 cuando Julio César respondió de gran manera a la triangulación que terminó con el disparo de Aranguiz, una de las figuras de los trasandinos.
La confianza se acrecentó en Chile, dominador del juego en ese momento del partido. Sin embargo, el equipo de Sampaoli fue quedándose sin resto físico y entonces Brasil ajustó las tuercas y se volcó al ataque en los últimos diez minutos. Fue entonces cuando Bravo se pareció a aquel del duelo con España y evitó los goles de Neymar -de cabeza- y Hulk, tras internarse en el área, eludir la marca y sacar un disparó que el arquero chileno sacó de manera brillante.
El primer tiempo del alargue pasó sin goles, aunque Brasil se lo llevó por delante a Chile. Antes de que se cumpliera el minuto, Hulk se escapó por izquierda y fabricó una falta para levantar al público local. A los 12, el delantero brasileño volvió a intentarlo: esta vez eludió a un rival y sacó un latigazo que exigió otra gran respuesta de Bravo.
Los dirigidos por Sampaoli no podían llegar con peligro como lo habían demostrado en el complemento y por el contrario perdían a Gary Medel, quien jugó igual pese a un desgarro en la pierna izquierda y fue reemplazado a los dos minutos del segundo tiempo suplementario por Rojas. Fue una segunda parte que estuvo de más: los de Scolari tuvieron la pelota ante un rival que se metió atrás e hizo imposible la llegada del gol de la clasificación de los locales. En el final se animó Pinilla y estrelló su remate en el travesaño. Por eso, la definición se estiró hasta los penales.
Allí, Brasil sacó su chapa de candidato. Por cuarta vez en su larga historia, fue a la tanda de penales y como había pasado en las últimas dos oportunidades (ante Italia en el 94 y contra Holanda en el 98) salió triunfante. David Luiz inició esa serie, en la que sin embargo los errores de Willian y Hulk les permitieron a los chilenos volver a ilusionarse después de las fallas de Pinilla y Alexis. La definición, entonces, quedó en los pies de Neymar y Jara, los últimos elegidos de ambos selecciones. El astro brasileño se frenó dos veces y anotó, mientras que el chileno impactó su tiro en el palo y la pelota se fue afuera, como las ilusiones de Chile de concretar la hazaña. Estuvo muy cerca. Pero en Belo Horizonte, y en todo Brasil, la alegría es verdeamarela.