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La Lepra derrotó a San Lorenzo 3 a 1, en una victoria clave para encarar la reconciliación con sus hinchas. Dos de Maxi y uno de Scocco, los goles rojinegros; Cauteruccio había empatado transitoriamente. El equipo de Raggio cortó una racha de seis encuentros sin ganar.
Foto: Baires
Seis partidos después, incluido el doloroso clásico con Central, Newell’s volvió a ganar. Y lo hizo con una buena producción colectiva y una gran noche de Maxi Rodríguez, las claves para el 3-1 con el que la Lepra regresó al triunfo ante San Lorenzo y recuperó los aplausos de su público. En el mismo Coloso hostil del 2-2 con Godoy Cruz.
Lo ganó con justicia, Newell’s. Era un duelo trabado y con trámite abierto hasta el 1-1, pero el ingreso de Víctor Figueroa en el segundo tiempo fue una daga que lastimó el fondo del Cuervo y dotó al rojinegro de la fuerza necesaria para poder cerrar el triunfo.
El éxito era imprescindible para empezar a enderezar el rumbo de una campaña que, antes del aciago tropiezo ante River y la debacle del Gigante, pintaba mucho mejor. Raggio también logró oxígeno y la cálida despedida de las tribunas tienen perfume a reconciliación.
Los goles
Empezó ganándolo Newell’s a los 36’ minutos del primer tiempo y gracias a una gran corrida de Tévez y certera definición de Maxi Rodríguez, que sirvió para abrir un cotejo parejo y con escasas chances de gol.
Apenas comenzado el segundo tiempo, San Lorenzo (que había llegado poco y nada sobre Ustari, salvo dos tiros que contuvo el arquero sin problemas) pudo empatar a la salida de un tiro de esquina. Era 1-1.
Pero a los 15’ entró Víctor Figueroa por Bustamante. Y el trámite cambió. Newell’s aprovechó las espaldas de los volantes y a los 21’, una gran jugada del propio Víctor desembocó en el segundo.
El epílogo llegó a los 35’ y a través de Maxi: después de que lo trabaran a Figueroa en la medialuna, el lúcido Bernardi lo dejó sólo a Maxi y este, con tiro cruzado, liquidó las acciones.
