Los de Arroyito afrontarán desde las 20.15 la final de la Copa Argentina ante Huracán en el estadio Bicentenario de San Juan con todo confirmado.
Los canallas posan con el cheque tras haber ganado la semifinal, también en San Juan. Foto: G. de los Ríos
El gran día llegó. Central está a un paso de ingresar al umbral de la gloria. También está en las puertas de quedarse sin nada. Esta noche buscará inflar el pecho de alegría ante Huracán. Y gritar fuerte campeón de la Copa Argentina para luego mirar con otro semblante la Libertadores. La cita está pactada para que arranque a las 20.15. Será a a todo o nada. A cara de perro. Sabiendo que puede coronar un proceso. Un ciclo que va más allá de este presente encantador. Quizá sea prematuro posicionar la mira en la próxima temporada, en la que si gana hoy se codeará además con los otros conjuntos que competirán en la Copa Libertadores de América. Pero el boca de urna indica que habrá modificaciones si no se cambian algunas cuestiones tan básicas como elementales. Pese a todo, la génesis es una sola. Y es que los auriazules buscarán en San Juan tocar el cielo con las manos luego de casi dos décadas. Dependen de sí mismos para desatar un carnaval con epicentro en suelo cuyano, pero con mayor repercusión en Rosario.
Siempre es bueno llegar a una final. Porque marca que no se participó en el torneo, sino que se compitió. Central hizo un gran periplo y esfuerzo para estar en la última cita que ofrecerá esta edición copera con tinte bien federal. Lo hizo con un grupo de jugadores que a su vez vienen de mendigos en el campeonato nacional. Sin embargo, llegaron a esta instancia decisiva de Copa Argentina y ahora buscarán quedar en el bronce.
Para la mayoría de este plantel y cuerpo técnico tendría además un condimento especial lograr la copa. Porque dejaron la primera huella cuando devolvieron a la institución a la máxima categoría. Luego la potenciaron al afianzarla en primera. La proyectaron a niveles superiores. Impensados para muchos. Posible para la minoría. Entre lo destacado figuran además los tres clásicos ganados al hilo con total solvencia para delirio del pueblo canalla. También asomaron de las cenizas varios proyectos interesantes. Se vendieron a otros. Se potenciaron a algunos futbolistas. Capitalizaron a Central. Con trabajo y constancia. Con la soledad y calma que les brinda el country de Arroyo Seco.
Llegaron hasta acá. Escribieron una jugosa historia que empezó sin bombos ni redoblantes en Córdoba (ver aparte). Y ahora todo es un conjunto de luces led y brillo popular. No obstante, el presente obliga a salir compenetrado esta noche. Porque Huracán dio sobradas muestras de que tampoco se instaló en esta instancia por obra de la casualidad. El Globo sigue tejiendo su ilusión en silencio. Se metió en la foto final cuando no tenía prácticamente crédito porque su cabeza sigue estando en salir del ascenso para insertarse en la clase A desde la próxima temporada. Aunque por ahora no hará más que renovar su plaza en la segunda categoría. Pero también hay que destacar que hizo mucho ruido al dejar en la lona a Boca Juniors en estos mismos pagos. Sin dudas es un rival para respetarlo. Pero no para temerle.
En medio de este cuadro aparece el elenco auriazul. Un conjunto que viene avisando desde hace un tiempito que el gran objetivo es ganar este trofeo. En su interior sabe que debe hacer el último esfuerzo para coronar un ciclo. Un proceso. Un cúmulo de emociones envuelve a esta comitiva en la previa. Que no tendrá al uruguayo Sebastián Abreu entre los titulares pero contará con un José Valencia que intentará suplir al Loco con altura.
El gran día para la familia canalla llegó. Porque puede desahogarse tras casi dos décadas de sequía. En las que padeció más tristezas que alegrías. Desde lo deportivo y también en lo institucional. Central está a un tris de ingresar al umbral de la gloria. En San Juan puede graduarse de campeón.
Leve ventaja para el Globo en el historial
Para algunos los números sólo sirven para las estadísticas. Para otros suelen marcar tendencia. Lo cierto es que la final entre Central y Huracán tiene antecedentes de sobra. Y una leve ventaja favorable en el historial para el Globo, que ganó 48 de los 130 desafíos que jugaron. Además facturó 188 tantos. A su vez, los canallas acumulan 46 triunfos y marcaron 83 goles. Empardaron en 36 ocasiones. Hoy se agregará un nuevo dato.