Cooperativa ´Manos a la Obra´: Una iniciativa comunal que se independizó y encontró su lugar en el sector privado

La Cooperativa “Manos a la Obra” de General Lagos surgió en junio de 2014, a raíz de un programa del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para la creación del Centro Integrador Comunitario (CIC), que obligaba la contratación de una cooperativa de trabajo.

“La Comuna la construye, acompaña el proceso de creación. Ahí se empezaron a hacer algunas obras públicas y nos dimos cuenta que tenía un objetivo muy bueno que era la creación de fuentes de trabajo y la regularización de los empleados. Había muchos albañiles que hacían changas, que trabajaban esporádicamente, en cambio con esto, ingresaron como personal de la cooperativa con carácter de asociado”, explicó su actual presidenta Fabiana Nucci.

Hoy en día funciona de manera independiente, alquila su propia oficina y un galpón para guardar sus herramientas. Cuenta con 39 socios (aunque supo tener 60) entre ellos 10 mujeres, de todas las edades. Toda la mano de obra que ofrece, a excepción de alguna especialidad faltante, es de General Lagos. Así es como albañiles, gasistas, pintores y plomeros encontraron una salida laboral relativamente estable. Los trabajadores cobran un porcentaje según la tarea a realizar, y si bien están trabajando bien, “la situación no es ajena a la del resto del país, y hay días en los que no hay trabajo” aclaró el arquitecto Leandro Cucaro. También lidian con la actualización constante de los costos y muchas veces los presupuestos quedan desactualizados en relación a la inflación, pero priorizan la salida laboral.

El vicepresidente de la Comuna Cesar Gigli, que supo ser un referente de la cooperativa, no forma parte de la comisión desde hace más de un año aunque sigue siendo “una guía y fuente de consulta”. Su participación en la comisión comunal, y en la cooperativa lo ponía “de los dos lados del mostrador” a la hora de ejecutar obra pública y esa situación no fue bien vista por muchos vecinos, por lo que decidió apartarse.

Si bien los vínculos entre la Comuna y la cooperativa siempre fueron estrechos, al punto que se llegó a interpretar como una estrategia para no tomar más empleados en la administración pública, hoy Manos a la Obra trabaja en un 90 por ciento con el sector privado. En la actualidad solo están realizando cordón cuneta para la Comuna, y el resto de los trabajos son para empresas e instituciones de la región. “Es muy poco lo que hacemos para la Comuna, no podría subsistir de ninguna manera solo con esos trabajos”, aseguró el arquitecto.

Entre las obras más relevantes por estos días, Cucaro destacó la construcción de dos dúplex en la localidad de Álvarez, donde ya realizaron la casa para la mutual de un club deportivo, y tienen compromisos futuros con otros trabajos. También mencionaron el desarrollo de infraestructura en el loteo que el Sindicato de Aceiteros realiza en el ingreso a la localidad, donde personal de la cooperativa trabajó bajo el mando del ingeniero de la Comuna.

Los servicios que ofrece son construcción en húmedo y también hace dos años comenzaron con Steel Framing. Realizan mantenimiento (bacheo, desmalezadora, limpieza, etc.) e infraestructura (cordón cuneta, calle de hormigón, cloacas, agua, zanjeo, etc.), además de pequeños trabajos solicitados por particulares como reparación de una vereda, o pintura en una casa.

Al preguntarles si ofrecen servicios más baratos que las empresas privadas, respondieron que “puede ser” porque trabajan con una ganancia mínima. “Notamos que las empresas nos buscan más, no sabemos si es por un tema de costos, o el espíritu solidario de la cooperativa, toda mano de obra local. También pasamos presupuestos y no salen”, refirió la presidenta. “La cooperativa es Responsable Inscripta y eso corre con ventaja”, agregó el profesional.

Aunque a veces los precios no son competitivos tratan de comprar todos los materiales en General Lagos, o Arroyo Seco, para incentivar el comercio en la zona y generar un círculo económico productivo. Casualmente Arroyo Seco es de las pocas localidades donde nunca trabajaron. “Se presupuestó una vez para el Centro de Jubilados, pero después no se hizo”, culminó.