Días atrás, un pescador de la zona volvió a reactivar el misterio que existe sobre una casa histórica y abandona ubicada sobre la barranca del río Paraná y muy cercana a la desembocadura del arroyo Frías. La misma puede observarse cuando uno navega por el Paraná frente a Pueblo Esther.
El hombre sostiene que nada se sabe sobre esta vivienda que supuestamente esconde mucho misterio, incluso hay quienes sostienen que allí adentro hay grillos, calabozos y cadenas supuestamente usados durante el golpe de estado en nuestro país. Otras voces indican que ese lugar era usado por los militares para ingresar por el río con sus detenidos, y por medio de túneles, los trasladaban a la Colonia Astengo, donde habría funcionado un centro clandestino de detención durante ese proceso.
Algunos, que mas han investigado, expresan que esa zona al tratarse de un lugar donde funcionaba un puerto durante el siglo XVI, por ese lugar se ingresaban a los esclavos y las mercaderías ilegales que eran llevados, por esos túneles, a la región.
Otros comentaron que, habiendo ingresado de curiosos a esta casa, todavía pueden oírse gritos de las personas que eran torturadas en ese espacio. Y no faltaron quienes agregaron haber visto, en esas inmediaciones, presencias de espíritus y sombras humanas, supuestamente, pidiendo por la paz de sus almas.
En Youtube, puede verse como aventureros han podido llegar e ingresar a lo que queda de esta vivienda llena de leyendas y misterios. Por otro lado, pescadores y vecinos aseguran que es imposible llegar al lugar, y que en cuánto uno se aproxima a allí, rápidamente se acercan agentes de Prefectura indicando que es una zona privada.
Tampoco hubo ni hay una declaración oficial sobre lo que pudo ser esa casa frente al río, ni una declaración de patrimonio cultural o histórico que asegure su preservación. Mucho menos una confirmación de que existieran esos famosos túneles. Lo que sí se sabe es que, por su ubicación, pertenece a la zona industrial de Cargill y sector de puerto sí custodiado por Prefectura Naval Argentina.
También en internet, hay quienes aseguran que esa casa perteneció a Diego de Alvear, vendida posteriormente y que, por momentos, fue cubierta completamente por alguna crecida del Paraná. Sobre que haya sido un sitio de detención y torturas, hoy con fantasmas y ruidos misteriosos, es solamente una creencia que nadie se ha encargado ni de refutar ni de confirmar.