El juez federal rosarino Carlos Vera Barros les imputó “homicidio calificado por alevosía y por la cantidad de intervinientes”, luego de que uno de los tripulantes denunciara el hecho.
Rosario.- El capitán y cinco marineros de un buque que llegó a nuestra ciudad en julio proveniente de Africa fueron procesados con prisión preventiva por haber asesinado, arrojándolos al mar, a cuatro polizones presuntamente congoleños, informaron hoy fuentes judiciales.La medida fue dictada por el juez federal rosarino Carlos Vera Barros, quien les imputó “homicidio calificado por alevosía y por la cantidad de intervinientes”, luego de que uno de los tripulantes denunciara el hecho.
A comienzos de julio, el buque RM Power (con bandera de las Islas Marshall), salió de la República Democrática del Congo y al llegar a un puerto cercano se hallaron siete polizones que fueron entregados a las autoridades.
Al llegar al puerto de Arroyo Seco, a 35 kilómetros de Rosario, uno de los miembros de la tripulación entregó una carta escrita en inglés a un miembro de la Prefectura Naval en la que alertaba que en altamar habían encontrado otros cuatro polizones y los habían tirado maniatados al agua.
Luego, citado por la fiscalía intervieniente y con un traductor, contó que esto se lo relató otro marinero, que le dijo que el hecho sucedió tres días después de zarpar hacia la Argentina y que el motivo era “económico” porque a la empresa dueña del barco le costaba 30.000 dólares enviar a una persona a Congo.
“Desde mi punto de vista y mirado desde el punto de vista económico era más barato tirarlos al mar”, declaró el marinero. El hombre también contó que el capitán había reunido a todos en el barco y les había pedido que no dijeran nada de lo ocurrido y que a los polizones se les había dado un mazazo en la cabeza para que cayeran desmayados al agua.
Formulada la denuncia, se inspeccionó el buque y en un sector se detectaron orina, materia fecal, vestimenta y restos de alimento que hacían presumir que allí habían estado escondidos los hombres luego asesinados.
Tomadas varias declaraciones y en base a contradicciones, se ordenó la detención del capitán del barco, de origen rumano, y de cinco marineros, todos filipinos, a quienes se acusó de arrojar a los polizones en aguas internacionales, sin salvavidas, atados de pies y manos y con cinta en la boca.
De acuerdo a la investigación, esto ocurrió el 7 de julio porque el propio capitán del barco, Filip Florin, informó a sus superiores en las islas Marshall, ubicadas en Micronesia, que cuatro hombres habían subido al barco y los habían tirado por la borda.
En ese sentido, dijo que parte de la tripulación (dio los nombres de cada uno) quería su repatriación al arribar a puerto y sobre el “incidente” respondió que había sido un “terrible error” de su parte, que él se encontraba a cargo de toda la operación, que era su responsabilidad, que no podía creer lo que había hecho y no podía explicar la razón.
Además del capitán Florin, fueron procesados el primer oficial Robert Racovita y los marineros Stephen Libo-on Nalumen, Vicente Eclepsi Siguain, Harvey Poquita Baladjay y Ryan Comanda Lagumbay.
En tanto, se investiga lo sucedido con el marinero Danilo Fabillar Dumogho, quien cayó al agua por razones que se investigan, antes de que el barco llegara al puerto.
Se trata de Juan Manuel Gómez, de 42 años, quien fue encontrado el pasado martes flotando en el agua con una lesión en el costado izquierdo del cráneo. Según indicó este jueves el fiscal Patricio Saldutti, la principal hipótesis es que el traumatismo ocurrió antes de que el hombre cayera al río.
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