Un joven de 27 años falleció en el hospital Centenario luego de ser atacado a balazos desde una moto en la zona norte. Otro muchacho murió por múltiples heridas de arma blanca en La Tablada. La estadística de los asesinatos no para de crecer en la ciudad
Rosario.- Otras dos personas asesinadas durante la madrugada de este domingo se sumaron a la alarmante estadística de homicidios en este verano en Rosario. Un joven de 27 años falleció en el hospital Centenario luego de ser atacado a balazos en la zona norte, mientras que otro muchacho de 25 años murió en el Roque Sáenz Peña luego de recibir múltiples puñaladas en el barrio La Tablada.
A las 3.50 de la madrugada de este domingo, Ángel Torrellini, de 27 años, ingresó a la guardia del hospital Centenario con heridas de arma de fuego en el lado derecho del cuello. Minutos después falleció.
Según datos aportados por el destacamento policial del lugar, otro muchacho con el mismo apellido (se trataría del hermano), ingresó por sus propios medios al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, también con herida de arma de fuego, pero de menor consideración.
Éste último refirió al personal policial que ambos fueron baleados en Solís y Gandhi, en la zona norte de Rosario y en jurisdicción de la seccional 12, por dos personas que circulaban en una moto.
Por otro lado, un hombre de 25 años identificado como Sergio Alcaráz ingresó a las 5:10 de la madrugada al hospital Roque Sáenz Peña con gran cantidad de heridas de arma blanca, según relató el personal policial de la comisaría 16.
La víctima, muy malherida, alcanzó a confesar que se trató de una riña por problemas de vieja data y al cabo de unos minutos falleció.
La víctima, de 22 años, se encuentra internada en el Heca con el 35% de su cuerpo quemado. La madre de uno de los sospechosos fue quien denunció el ataque ante la policía.
La pequeña se encuentra en estado crítico tras recibir el impacto del proyectil. La situación es preocupante y se prevé una operación para evaluar su condición.
Los robos se detectaron después de la hora cero del jueves en Cadaqués, cuando los damnificados llegaron a sus domicilios y notaron gran desorden. Personal de seguridad notó la apertura de un cerco perimetral en la parte trasera del predio.
Se trata de trabajadores del área de Control Interno que sustraían medicamentos y material descartable. Aceptaron su culpabilidad en un juicio abreviado y deberán pagar multas, además de quedar inhabilitados para trabajar en salud.
Los padres de alumnos de una escuela de Eldorado, Misiones, se enteraron horas antes de la graduación que el salón estaba impago. Romina Enriquez, la denunciada, reconoció que gastó el dinero en apuestas: "Tengo problemas con el casino"