Una mujer de 79 años fue asaltada por cuatro delincuentes armados

Cuatro delincuentes armados asaltaron a una mujer de 79 años de edad y a la joven que la cuida, quienes se domicilian en una vivienda de la zona rural de Theobald conocida como campo Rubiccini. El atraco tuvo lugar en la noche del miércoles y los malvivientes, que se movilizaban en una Toyota Hilux, se enfrentaron en su huida con personal del Comando Radioeléctrico que fue alertado de lo sucedido por un vecino. Al huir por caminos rurales la potente camioneta le sacó considerable ventaja a los Chevrolet Corsa de la Policía hasta que el conductor colisionó con una alcantarilla, volcó y fugaron a pie perdiéndose en la noche.

El dato

En septiembre del 2013, también cuatro delincuentes armados asaltaron al hermano de María Elena, que se domicilia en la misma zona. En esa oportunidad los asaltantes ingresaron a la casa cuando la familia estaba durmiendo. Los redujeron y los ataron para luego llevarse dinero, alhajas y armas de fuego (Diario EL SUR Nº 1070).

La camioneta fue secuestrada y trasladada a la Unidad Regional VI, en su interior se encontraron algunos de los objetos robados, como así también dos armas de fuego, un rifle y una escopeta, pero no así las de puño, utilizadas en el robo. También se comprobó que el rodado fue sustraído en la localidad de Fighiera. Ayer por la mañana, la víctima del asalto, María Elena Rubiccini, se presentó en la Comisaria 13ª, en barrio Domingo Troilo, para reconocer los objetos secuestrados por la Policía y ampliar su denuncia. “Fue una pesadilla, pero dentro de todo lo que me pasó, al menos no me ataron, no me pegaron, se llevaron cosas pero ahora las estamos recuperando”, expresó a Grupo Del Sur.

Con respecto al atraco, recordó que estaba junto a la joven que la cuida “mirando el partido de River. En ese momento la chica que me acompaña me dice que estaban tocando bocina. ‘Somos de la policía’, dicen. Todavía yo digo: ‘Ah, que bien’ -pensando que era la guardia rural-, ‘por lo menos se acuerdan de la gente’, dije. Igual, yo no le iba a abrir la puerta a gente que no conozco, pero la abrieron ellos a patadas”. Así, violentamente, cuatro sujetos ingresaron a la casa, con pañuelos que le cubrían la parte inferior del rostro y “con el arma en la mano”, indicó María Elena. A partir de ese momento “pasaron por todas las piezas, tengo dos dormitorios y tiraron todo, me vaciaron todos los roperos”.

La clave

Lograron hacerse de un magro botín compuesto de 10 mil pesos en efectivo, sábanas, frazadas, cubrecamas, comida y bebidas. Algunos de los elementos sustraídos fueron recuperados por la Policía.

Caja fuerte

Los delincuentes preguntaban insistentemente por una caja fuerte, que en realidad no existe en la casa de María Elena, quien estima que los malhechores estuvieron dentro de su morada “más de media hora” aunque admite que “con el susto” no tiene una clara noción del tiempo. Mientras tres de los asaltantes recorrían la finca buscando objetos de valor, el restante estaba permanentemente al lado de las dos mujeres vigilándolas. Finalmente lograron hacerse de un magro botín compuesto de 10 mil pesos en efectivo, sábanas, frazadas, cubrecamas, comida y bebidas. “Buscaban plata y se llevaron lo poco que había. Dentro de todo lo malo, lo bueno es que no nos lastimaron”, recalcó.

Un hecho fortuito permitió que el personal de Comando Radioeléctrico llegara rápidamente al lugar. “Esta gente primero fueron de un vecino que no estaba, y de ahí pegaron la vuelta y vinieron a mi casa. Entonces, el peón que trabaja en esa casa llamó a la Policía. Llegaron como tres o cuatro patrulleros y se vieron rodeados”, puntualizó. “No sé qué rateros son estos, querían plata y dólares, y después dejaron la camioneta y se fueron de a pie. ¡Qué idiotas!, carne del freezer se llevaron, ¿para qué?, bebidas, fernet se llevaron. Por favor. Espero que no vuelvan, yo anoche no dormí, en primer lugar por el lío que me dejaron en la pieza. Así que ahora a acomodar y a otra cosa”.

La frase

“No sé qué rateros son estos, querían plata y dólares, y después dejaron la camioneta y se fueron de a pie. ¡Qué idiotas!”.