El "valijero" del dueño de Austral Construcciones, acusado de lavado de activos, habría dado detalles de la ruta del dinero K. Su abogada dijo que está "bajo estricto secreto de sumario".
Con ganas de hablar. Fariña llegó por la mañana a Comodoro Py y brindó ante el juez una extensa declaración.
El exfinancista Leonardo Fariña, preso desde hace dos años en una causa por presunta evasión impositiva e investigado en la causa por "lavado de activos" por la que está preso el empresario Lázaro Báez, concluyó después de las 23 una maratónica declaración de casi 12 horas ante el juez Sebastián Casanello.
En su declaración, nombró a la ex presidenta Cristina Kirchner y ex funcionarios de su gobierno, además de dar detalles de la ruta del dinero de la obra pública santacruceña, según trascendió.
Fariña pidió ser acogido por la ley que crea un sistema de "protección" para testigos e imputados cuyas vidas corran peligro en función de los aportes que puedan hacer para el esclarecimiento de una causa.
Su abogada, Giselle Robles, dijo que la causa está "bajo estricto secreto de sumario" y, por lo tanto, rehusó brindar detalles de la declaración: "Cualquier cosa que diga puede perjudicar la investigación", explicó.
No obstante, reconoció que Fariña volvió anoche a la cárcel de Ezeiza, aunque rechazó precisar si bajo cuidados especiales derivados de la protección especial para testigos e imputados.
Robles explicó que tras la extensa declaración "en principio no quedó nada pendiente, pero el juez podría, si lo considerara necesario, llamarlo a ampliar la declaración en cualquier momento".
Disculpas a Lanata. Fariña había declarado, en un programa reciente de TV, en el que incluso le pidió disculpas al periodista Jorge Lanata por haberlo desmentido públicamente: "Esto se tiene que esclarecer con la verdad. Hace dos años que estoy preso, eso fue un golpe. Mi mejor estrategia de defensa es decir la verdad, y que esto se aclare".
Ayer, a poco de ser llevado ante el juez Casanello, esposado, con una camiseta celeste de mangas cortas y sin chaleco antibala, Fariña pidió que se lo incluyera en la ley que en agosto de 2003 creó el "Programa Nacional de Protección a Testigos e Imputados, destinado a la ejecución de las medidas que preserven la seguridad de imputados y testigos que se encontraren en una situación de peligro para su vida o integridad física, que hubieran colaborado de modo trascendente y eficiente en una investigación judicial de competencia federal".
Aunque pensado para otros delitos, un párrafo de esa ley extiende sus a "otros casos no previstos en el párrafo anterior cuando se tratare de delitos vinculados con la delincuencia organizada o de violencia institucional y la trascendencia e interés político criminal de la investigación lo hagan aconsejable".
Apenas Fariña formuló ese pedido, el juez Casanello dio intervención al Ministerio de Justicia y reimplantó el secreto de sumario que había levantado en las últimas horas, y blindó literalmente su juzgado para que nada de lo que declarara desde ese momento se filtrara a la prensa.
Después del mediodía, el juez dispuso dos órdenes de presentación en organismos públicos (la Supertintendencia de Seguros y el Ministerio de Transporte) y un allanamiento en una multinacional del rubro de los seguros en Puerto Madero.
Fuentes judiciales deslizaron que esos procedimientos están relacionados con otro expediente, diferente al que involucra a Lázaro Báez.
Poco antes de las 21, cuando la declaración de Fariña continuaba (un servicio de delivery llevó comida sobre el mediodía y los protagonistas de la declaración apenas si la interrumpieron algunas veces para ir al baño), personal de seguridad de los Tribunales Federales ordenaron "despejar" el piso en el que se desarrollaba el trámite, con la prensa incluida.
Fuentes judiciales no descartaron que el juez Casanello pudiera ordenar en las próximas horas nuevos procedimientos judiciales.
De los involucrados en la causa que declararon esta semana tras la detención del dueño de Austral Construcciones, el empresario K Lázaro Báez, Fariña fue el único que tuvo una larga indagatoria ante Casanello, ya que el resto se negó a responder preguntas y elevó escritos.
Cafetero. Ayer también se presentó ante el magistrado Fabián Rossi, quien negó conocer a Báez y aseguró que su función en la financiera SGI era "servir el café" y hacer compras en el supermercado (ver aparte).
El pasado miércoles declararon Lázaro y Martín Báez, el contador Daniel Pérez Gadín, el empresario Walter Zanzot, presidente de la firma Top Air, el ex presidente de SGI, César Fernández, y Federico Elaskar.
La causa es resonante debido a los vínculos societarios que tiene Báez con la familia Kirchner. Por eso existe gran expectativa de los detalles que podría dar Fariña.
El ex esposo de la modelo Karina Jelinek fue el impulsor de este expediente al contar ante las cámaras de televisión, en el Programa Periodismo para Todos, que conduce Jorge Lanata, el presunto mecanismo para lavar dinero del dueño de Austral Construcciones.
La figura del arrepentido está vigente para casos de lavado de dinero y consistiría en contar todo lo que sabe de la causa a cambio de recibir beneficios por parte de la Justicia, como puede ser la reducción de la pena.
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