Una mujer pasó 12 días con el cadáver de un hombre al que cuidaba y que falleció a principios de mayo a la espera que algún familiar se acercara a decidir qué destino darle al cuerpo, incluso consideraba la posibilidad de sepultarlo en el patio de la casa. Un vecino se acercó el sábado a la casa y preguntó por este sujeto, sin saber que había fallecido. “¿Benito?, murió hace 10 días. ¿Quiere pasar a verlo?, fue el insólito diálogo desarrollado en la puerta de la casa ubicada sobre Av. San Martín, al 3400, en barrio San Lorenzo de Villa Constitución. Rechazando cortésmente la invitación de entrar a la vivienda, el vecino llamó al 911 y así se puso fin al largo velatorio.
Benito Ojeda tenía 65 años, vendía rifas y tiras de condimentos, y falleció el 2 de mayo en la casa de Libertad Soledad Rondán, quien lo cuidaba desde hacía 10 años y lo consideraba una especie de hermano. “Yo soy la señora que lo cuidaba, él me presenta como su señora porque era indio y yo le decía: mi señor, entonces se confunde la gente porque no está acostumbrada”, comentó a Diario EL SUR negando que hubiera entre ellos otra relación, y siempre hablando de Benito en tiempo presente y con algunas acotaciones que hacen dudar de su lucidez. Del 2 al 14 de mayo siguieron juntos, en la misma cama, pese a que Benito ya estaba muerto.
Cinco mujeres fueron demoradas al ser descubiertas con cocaína y marihuana ocultas en su calzado. Utilizaban un método sofisticado para burlar los controles. Algunas tienen vínculos con presos relacionados al narcotráfico.
El choque ocurrió pasadas las 22 cuando la víctima de 33 años caminaba por la zona de Avellaneda y colectora de Circunvalación y fue embestida por un Renault 9. El conductor se retiró del lugar y se presentó a la medianoche en dependencia policial.
El ataque ocurrió el sábado en un asentamiento ubicado en Crespo y Granadero a caballo. La víctima fue trasladada al hospital de niños Zona Norte de Rosario
El robo tuvo lugar el pasado sábado en las afueras de Rosario. Los delincuentes se llevaron celulares, dinero, una computadora, una consola de videojuegos y el DVR de las cámaras de seguridad.
Tras el crimen, la policía allanó un bunker al que habrían ido las víctimas y arrestó a cuatro sospechosos. La pareja de uno de los fallecidos declaró que los agresores le dijeron que fue una venganza